El buque oceanográfico Ángeles Alvariño rastrea la costa de Tenerife y el fondo del mar en busca de las niñas desaparecidas, Anna y Olivia, o de cualquier pista que ayude a dar con su paradero. Tras varios días de intensa búsqueda, ha dado con algunos objetos que pertenecerían al padre de las menores.
Según han informado a Efe fuentes próximas a la investigación, los objetos encontrados en el fondo del mar serían una botella de oxígeno y de una funda nórdica que serían propiedad de Tomás Gimeno, desaparecido con las niñas el pasado 27 de abril. Estos objetos serán trasladados al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid para analizarlos.
Ante estos hallazgos, el buque oceanográfico, que ya iba a finalizar las labores de rastreo, continuará al menos hasta el próximo día 14 en función de cómo evoluciona la búsqueda. Este buque, que dispone de un sonar y un robot submarino, trabaja ininterrumpidamente durante el día y la noche y, desde que se incorporó a la búsqueda de las niñas y su padre, ha realizado un rastreo en una superficie de unas diez millas cuadradas (34 Km2).
Continúa su búsqueda
El padre de las niñas fue visto por última vez el pasado 27 de abril en la Marina de Santa Cruz, desde donde partió en una lancha en la que había embarcado varias maletas y bultos de ropa. Poco antes había llamado a la madre de las menores, Beatriz Zimmerman, advirtiéndole de que no los volvería a ver ni a él ni a las niñas.
Al día siguiente, la lancha fue encontrada abandonada y a la deriva frente al Puertito de Güimar, al sur de Santa Cruz. Desde entonces las autoridades tienen activado un operativo de búsqueda que en las últimas jornadas ha incluido al Ángeles Alvariño, que cuenta con un sonar y un robot submarino.
Otra de las hipótesis es que Gimeno huyó con ellas a África o Sudamérica, regiones en las que tenía contactos profesionales. Esa es la tesis de la madre de las niñas, cuyo deseo es que se difunda en Sudamérica las imágenes de las menores para ayudar a su identificación.