El Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, nos tiene acostumbrados a las polémicas. Sus incendiarias palabras no pasan desapercibidas y es que se vale de cualquier altavoz para lanzar sus soflamas de odio. Valiéndose de su posición, desde el púlpito no ha dudado en atacar al clectivo LGTBI y a las mujeres que recurren al aborto, mensajes que ha lanzado, incluso, a través la televisión pública.
Cada domingo, La 2 de Televisión Española emite 'El día del señor', espacio en el que se retransmiten misas católicas en directo. La última del 2018 se trasladó hasta la Sagrada Familia en la Parroquia de la Purificación de Nuestra Señora de San Fernando de Henares, que oficiaba Reig Pla. El obispo, una vez más, aprovechó la homilía para lanzar sus alegatos contra los homosexuales.
"Negar la diferencia sexual y de la importancia de la familia es optar por una sociedad atomizada, de simples individuos", manifestó el religioso durante la misa, en la que insistió en la "unión amorosa del hombre y la mujer" como única verdad sagrada "por su índole natural", al estar la institución pública "orientada a la procreación y educación de los hijos".
Según el párroco, "dos individuos no diferenciados sexualmente suman sus dos individualidades según sus deseos". Este mismo motivo le sirvió para condenar los anticonceptivos, ya que "reducen la unión conyugal a los simples deseos".
La culpa es de los inmigrantes
Juan Antonio Reig Pla no se conformó con atacar al colectivo LGTB e invalidar el matrimonio igualitario, sino que, ya que estaba, se apuntó otro tanto atacando a los inmigrantes. Para ello se sirvió de la violencia de género. A su juicio, la solución a este problema no pasa por "el debilitamiento de la familia, ni menos todavía en el propiciado multiculturalismo".
Con estas palabras, Reig Pla sigue las consignas marcadas por VOX, partido de extrema derecha cuyo líder, Santiago Abascal, ha defendido que la la mayoría de casos de violencia contra la mujer provienen de extranjeros, información completamente falsa a tenor de los datos ofrecidos por el Gobierno.
Ni aborto ni dovorcio
Pero eso no quedó ahí y el párroco también aprovechó para definir las políticas progresistas como "cultura de la muerte". Así, lanzó un dardo a la ley del aborto: "Desde la primera ley de despenalización del embarazo, más de dos millones de españoles no han llegado a nacer". Al divorcio también le dedicó unas palabras, criticando que desde su legalización, "son ya tres millones los matrimonios" disueltos.
"Desgraciadamente España, después de un largo proceso secularizador que está rompiendo los vinculos con dios, con la tradición católica, con la familia y el propio cuerpo, ofrece en estos momentos un panorama que no garantiza el bien común de la sociedad", sentenció.