Suele ser un tema recurrente el de las relaciones sexuales en el grupo de amigos. Y la pregunta que nunca falta: ¿cuántas veces a la semana tienes sexo con tu pareja? Y empezarán a salir cifras que a todos nos hacen darle vueltas a la cabeza. Unos dirán que todos los días, otros cuatro veces a la semana, otros una...
Pero, ¿qué es lo normal? Pensar que la persona que lo hace todos los días es más feliz con su pareja que la que lo hace una vez a la semana. ¿Hay realmente una cifra que establezca el nivel de felicidad en la pareja?
No debería de haber una cantidad exacta que determine si una pareja es feliz en función del número de veces que mantiene relaciones sexuales. Y es que esto varía en función de cada momento de la relación y de la situación personal de ambos. Pueden ser épocas de altibajos provocadas por falta de apetito sexual, estrés en el trabajo, etc.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Toronto (Estados Unidos), publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, determina que la frecuencia con la que una pareja mantiene relaciones sexuales sí puede estar vinculado al grado de satisfacción de la misma.
El estudio, realizado a lo largo de cuatro décadas y entre más de 30.000 parejas norteamericanas, refleja que una vez a la semana es la cifra que marca la estabilidad y bienestar de una relación estable.
Calidad y no cantidad
"Más no es siempre mejor", defiende la impulsora del estudio, la psicóloga social Amy Muise. Cada pareja tiene unas necesidades completamente únicas. La base de todo debería ser la conversación y la comprensión con la otra persona para que ambas partes estén cómodas. Empatizar con tu pareja para entender la situación.
Una relación con poco sexo no es una relación descompensada. Puede que a algunos les resulte imprescindible y tiene sus beneficios (cuando es placentero), pero debemos ser conscientes de que mantener relaciones no es una necesidad básica como puede ser comer o dormir. De ahí la importancia de hablar con tu pareja, de saber cómo os sentís cada uno en cada momento para que a ambos os apetezca y no llegue un punto en el que se mantengan relaciones solo por complacer a la otra persona.