En lo que llevamos de año, se han quitado la vida cuatro agentes. Eso supone una cifra de dos suicidios al mes, lo que nos dejaría un 2018 con 24 policías fallecidos, el doble que el año pasado y la mitad del total de los últimos cinco años (48).
Los policías se están suicidando "sin que el Gobierno haga nada por impedirlo", como asegura la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Es en este cuerpo donde se han producido los últimos siniestros. En la primera semana de febrero, dos se quitaron la vida y uno intentó hacerlo.
Este problema viene de lejos, pero tuvo un repunte en 2017, con la muerte de 12 agentes. Este año 2018 ha empezado de la peor manera posible y sin una solución a corto plazo.
Cinco causas generales que explican este hecho y dos actuales
Los expertos centran las razones del suicidio en cinco aspectos generales, según El Español. El primero hace referencia a la propia profesión y al estrés que supone este trabajo de riesgo. El segundo, relacionado con el anterior, evoca en la dificultad que conlleva para un agente olvidarse de su labor y de las experiencias sufridas al llegar a casa. Además, en un trabajo como el de policía, con múltiples cambios de horario y avisos en cualquier momento, el descanso es mucho menor, lo que conlleva un desgaste familiar evidente.
El tercero de los factores es el geográfico. Los expertos manifiestan que viajar de un lado a otro, incluso fuera de la ciudad donde el agente reside, termina afectándole mentalmente. Es aquí donde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) incluye como una de las causas más actuales del suicidio de sus agentes el Procés. Así lo asegura Carlos Prieto, secretario nacional de Riesgos Laborales del sindicato a El Español: "En los últimos meses se han registrado situaciones de estés elevado para los agentes. La situación en Cataluña ha sido uno de los factores a tener en cuenta. Evidentemente no podemos decir que es el factor que ha desencadenado los suicidios. Pero sí que es cierto que cuando las personas son sometidas a alta presión, es más habitual que desemboquen en situaciones de estrés o depresión".
También relaciona Carlos Prieto el cuarto factor de riesgo indicado por los expertos, el estigma, con la crisis catalana. "Hay agentes en Cataluña cuyas familias están soportando situaciones incómodas solamente por ser parte de la Policía", denuncia. Sin embargo, la estigmatización no solo puede venir por parte del exterior, sino también en el propio cuerpo de policía, donde la debilidad está penada ante el exceso de hombría.
El quinto y último de los factores es, quizás, el más clave. Llevar un arma aumenta considerablemente el riesgo de suicidio ante una situación traumática o de depresión. Es, en general, el método que utilizan los agentes para quitarse la vida.
El SUP, además del conflicto catalán, añade una nueva causa actual, por la que los policías llevan protestando fervientemente durante los últimos meses: la desigualdad salarial con respecto a las fuerzas de seguridad autonómicas, como los Mossos o la Ertzaintza.
Sean cinco o siete los factores, parece evidente que existe un problema, un problema que se agrava cada vez más.