Gabriel Company se ha impuesto con el 72% de los votos a su rival, el expresidente José Ramón Bauzá, para liderar el PP de Baleares. Sin embargo, no lleva ni 24 horas en el cargo y ya ha sido objeto de polémica.
Según relata El Diario, Company fue condenado en 2007 por agredir a un niño de 12 años y causarle daños en el cuello que le mantuvieron parcialmente incapacitado durante cinco días. Por ello, el nuevo dirigente popular tuvo que pagar una multa de 600 euros e indemnizar a la víctima con otros 145 euros.
Según ha relatado la sentencia, el menor de 12 años se encontraba en una plaza cuando decidió acompañar a una amiga a su casa. Cuando pasaban delante de la vivienda de Company, sus hijas lanzaron agua a la víctima, lo que dio pie a que surgiera el altercado.
En un momento de la discusión entre el menor y las niñas, Company salió de la puerta de su casa y cogió a un menor que iba en bicicleta y lo tiró al suelo. "Después agarró a la víctima por el cuello, dejándole marcas visibles y ejerciendo una fuerza progresiva en la zona", según reza la sentencia judicial.
Además del relato del joven, la sentencia llega a afirmar tajantemente: "el Sr. Company cogió por el cuello al menor [...] causándole lesiones consistentes en hematoma laterocervical que precisó de tratamiento sintomático permaneciendo parcialmente impedido para sus ocupaciones habituales durante cinco días".
Para llegar a esta conclusión, fue vital la denuncia de la madre, el relato de los testigos que presenciaron todo lo que allí ocurrió y el parte médico que los sanitarios recogieron en el hospital.
La versión de Company
El líder popular reconoció haber tirado al suelo al niño que circulaba en bicicleta "porque pretendía entrar en su propiedad", así como agarró al denunciante "para evitar que subiera a la valla" de su casa, aunque niega que lo sujetase por el cuello.
Su testimonio no sirvió en ningún caso para la juez, que decidió otorgar mayor credibilidad al relato del niño y los tres testigos que se encontraban en la zona. Ademas, aprovechó para reprochar a Company que emplease la fuerza en lugar de dialogar con los menores o que, en caso de no haberlo podido hacer, no hubiese llamado a la Policía Local.
El fallo fue ratificado el 13 de julio de 2007 y supuso para Company la condena en un juicio de faltas por lesiones. Por ello, se vio obligado a pagar una multa de 600 euros y a indemnizar al menor con 145 euros más, así como a pagar las costas.
El equipo de gabinete del nuevo líder de la derecha balear no ha querido pronunciarse sobre este incidente.
El PP balear, fuente de escándalos
El Partido Popular de las Islas Baleares ha sido fuente de escándalos desde la época del expresidente Jaume Matas. Matas, que gobernó las islas entre 2003 y 2007, terminó su mandato investigado por malversaciónm cohecho y prevaricación por el caso Palma Arena y su pieza separada del Instituto Noós.
Él fue el único político que terminó condenado por el caso que también afectó a la hermana del Rey, la Infanta Cristina y a su marido, Iñaki Urdangarín. En este caso, Matas fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel, junto a otra pena de siete años de inhabilitación para ocupar cualquier cargo público.
Aún más polémico fue el relato que el diario El País realizó sobre las actividades de la Policía Local de Palma de Mallorca. El caso, que salpicó al exconsejero de Interior y exalcalde de Palma, José María Rodríguez, incluyó todo tipo de polémicas que le obligaron a dimitir de su puesto como senador en Madrid.
Entre las polémicas se incluyen palizas a prostitutas, connivencia con bandas carteristas, droga requisada que se revendía después, elevadas sanciones a los locales por infracciones inexistentes, alcohol y sexo gratis a cambio de avisar de las inspecciones o amenazas y cambios de destino a quienes trataban de revelar las irregularidades.
Todas estas son algunas de las recientes polémicas que han salpicado al PP balear y que están lejos de la condena que ha recibido el recién elegido presidente, Gabriel Company. Un PP balear constantemente envuelto en la polémica.