Arranca el nuevo curso político con una situación de bloqueo derivada de la agenda política, que mantiene la prórroga de los presupuestos como consecuencia de las elecciones en Cataluña.
El Gobierno de coalición tiene el reto de sacar adelante unas cuentas, en plenas diferencias entre sus socios parlamentarios, con Junts y ERC enfrentados, y tras los acuerdos firmados con los republicanos que han llevado a Salvador Illa al poder en la Generalitat.
El plazo inicial para presentar las cuentas del actual ejercicio se extiende hasta el 30 de septiembre, tal y como se ha comprometido la portavoz, Pilar Alegría, que ha afirmado que estarán "en tiempo y forma".
El PSOE está condenado actualmente a todos los partidos, con excepción de VOX, para conocer las prioridades de cada formación y conseguir sacar de este modo adelante las cuentas.
En todo caso, el Gobierno es consciente de que no tiene todos los apoyos asegurados. El Ejecutivo necesita mantener el apoyo de todos sus socios parlamentarios, y la duda surge de las formaciones independentistas catalanas, ERC y June.
El Ejecutivo ve complicado sacar adelante el apoyo de estas formaciones. Las elecciones en Cataluña y la investidura de Salvador Illa se unen a los congresos internos de ambos partidos para renovar sus direcciones, que se producirán en septiembre (Junts) y noviembre (ERC).
En este escenario, el Gobierno tendrá que registrar los presupuestos y negociar con el resto de grupos parlamentarios. Un paso fundamental para lograr la necesaria mayoría absoluta para sacar adelante las cuentas.
Financiación
Los acuerdos en financiación son una materia fundamental para lograr el apoyo de ERC y Junts en los presupuestos. Sin embargo, se trata de un asunto polémico que puede resquebrajar el apoyo de otros partidos.
Junts ha roto las relaciones con el Gobierno en plena investidura de Salvador Illa. La formación de Carles Puigdemont ya votó en contra del reparto de menores migrantes y se ha desvinculado como socio parlamentario de la coalición.
La formación está en plena pugna con ERC por liderar el espacio independentista y la firma de un concierto económico ha dejado a este partido fuera de fuego. Los republicanos, por su parte, no garantizan su apoyo por las discrepancias en la interpretación de la financiación para Cataluña recogida en el acuerdo. Los socialistas defienden un modelo singular y ERC un concierto similar al vasco o navarro.
Extranjería
Otra de las discrepancias es la cuestión migratoria. Se trata de un asunto que está centrando el debate electoral en otros países europeos y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha buscado afrontar durante su última gira por varios países africanos.
Este asunto genera discrepancias incluso dentro de la coalición de Gobierno. Los socios del PSOE, Sumar, han calificado el último viaje de Pedro Sánchez como "error" y Podemos se ha mostrado abiertamente en contra.
Por su parte, el PP ha defendido la regulación de 500.000 personas migrantes que actualmente residen en España de manera irregular, que está prevista en la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) cuya tramitación se aprobó en el Congreso de los Diputados en abril.
¿Una prórroga?
En todo caso, el Gobierno no descarta que sea necesario prorrogar los presupuestos actuales y defiende que las cuentas elaboradas en 2023 también fueron diseñadas bajo el actual Gobierno de coalición.
De este modo, se firmaría la segunda prórroga de las cuentas de forma consecutiva y, de este modo, sería la sexta ocasión en la que ocurre durante la última década. El Gobierno defiende que las cuentas ofrecen margen de gasto por los fondos europeos.
