Jamal Sutherland, un hombre afroamericano que estaba en la cárcel de Carolina del Sur por un delito menor, ha muerto en la prisión por lo que se está investigando si fue un asesinato fruto de la violencia policial. De momento, el sheriff del condado de Charleston ha tomado "la decisión de despedir a los dos agentes involucrados en este caso", ha explicado en un comunicado.
La oficina del sheriff ha publicado un vídeo donde se ve a ambos policías acudiendo a su celda, rociándole gas pimienta, disparándole con una pistola taser varias veces y esposándole, mientras uno de ellos se pone una rodilla en la espalda. Sutherland, mientras tanto, gritaba y decía que no podía respirar, según The New York Times.
Según la CNN, el hombre afroamericano se resistía a salir de su celda para acudir al tribunal para hablar de su fianza. James Sutherland estaba diagnosticado de trastorno bipolar y esquizofrenia. Poco después de la violencia ejercida por ambos policías, murió. El Departamento de Justicia de Estados Unidos está investigando si fue, por tanto, asesinato.
Este caso recuerda al de George Floyd
La violencia policial contra personas racializadas no es algo nuevo, sino que ya ha habido otros asesinatos previamente, como fue el sonado caso de George Floyd. Fue asesinado por Derek Chauvin, un policía que se arrodilló sobre su cuello durante más de ocho minutos mientras la víctima gritaba que no podía respirar. El pasado 20 de abril fue declarado culpable.
Esto causó meses de protestas contra la brutalidad policial, profundamente racista. Los colectivos antirracismo denuncian constantemente el desamparo en el que se encuentran las personas racializadas y las migrantes frente a las instituciones. El caso de Jamal Sutherland, por otra parte, ya está comenzando a movilizar a los grupos activistas.