Cuando eres pequeño siempre te enseñan ciertas cosas, comportamientos o hábitos que a priori son normalmente saludables o buenos. Sin embargo, la práctica ha demostrado que muchos de ellos deberían abandonarse porque, en realidad, no son aconsejables.
Aquí tenéis nueve hábitos que deberías plantearte cambiar y no lo sabías:
1 Limpiar la nariz con un pañuelo: extenderemos la infección por nuestras fosas nasales
Limpiarse la nariz con las manos cuando se está en medio de un catarro o una gripe puede ser bastante perjudicial, ya que los dedos pueden ser transportadores de esas bacterias patógenas que extenderán la infección en la nariz. Por lo tanto, el mejor consejo es sanearse los conductos nasales con algún tipo de solución salina o producto farmacéutico que ayude a la eliminación de la mucosidad.
2 Cepillarse los dientes después de comer
Lo que marcan los cánones de higiene bucodental es que es obligatorio y necesario cepillarse los dientes después de comer. Sin embargo, algunos parecen indicar que lo ideal es hacerlo entre 30 minutos y 60 minutos después de la comida. Ya que, al parecer el esmalte, a pesar de ser una de las partes más duras del cuerpo humano, se vuelve más blanda tras la ingesta de fruta o productos lácteos, por lo que podrías dañarlo en ese preciso momento. Por lo tanto, un consejo sería la utilización de un enjuague bucal previo o de un chicle para reestablecer el equilibrio bucal normal del pH.
3 Lavar todos los productos alimenticios
No, no hay que lavar todos los productos que llegan a nuestra cocina. Por ejemplo, la carne y las aves de corral no se deberían lavar ya que no es un método eficiente para eliminar sus bacterias. Solo se eliminarían a través de diferentes cocinados como la cocción. El resto de los alimentos, entre ellos la verdura o la fruta, sí que deberían lavarse antes de su consumo.
4 Las manos al volante
Este consejo de conducción es prácticamente el primero que te enseñan en las escuelas: la clásica regla de las 10 y 2, es decir, la posición de las manos al volante. Una forma que supuestamente ayuda a mejorar la conducción del automóvil. Sin embargo, los expertos ya ponen entredicho esta creencia popular, ya que la posición en las horas 9 y 3 parece ser mucho más eficiente para reaccionar a altas velocidades y evitar posibles lesiones.
5 Limpiarse los oídos: el cuerpo es capaz de "autolimpiarlos"
El cuerpo humano es sabio por naturaleza y, por lo tanto, el oído tiene sus propios mecanismos para "autolimpiarse" del exceso de cerumen del conducto auditivo. Este tiene su propio sistema protección contra bacterias, insectos y hongos; y, además, el mismo cerumen sirve como lubricante. Este auto-sistema de limpieza hace que el cerumen abandone el oído de una forma natural. Por lo tanto, la limpieza con los bastoncillos de algodón puede ser muy perjudicial para la salud de nuestro aparato auditivo, provocando una irritación que causaría la mayor producción de cerumen.
6 Trabajar con el ordenador empeora la vista
La creencia de que un exceso de trabajo enfrente de un ordenador provoca miopía es incierta aunque, eso sí, algo de fatiga ocular si tendrás. Los científicos han bautizado esto último como "síndrome visual informático" que consta de sequedad en los ojos, dolor en el cuello y hombros. Para evitarlo utiliza menor brillo en tu monitor y haz descansos más a menudo. Así evitarás un cansancio excesivo.
7 Evitar el uso del microondas
Siempre se ha considerado que los microondas son muy perjudiciales e, incluso, algunas personas te advierten de que nunca los mires fijamente mientras calientas algo. De hecho, a diferencia de una máquina de rayos X, con radiación ionizante y que pueden dañar el ADN, los microondas producen una radiación electromagnética que no sale de su cubículo. Por lo tanto, no pasa nada si estás cerca.
8 Tirar de la cisterna del inodoro con la tapa abierta
Siempre hay que tirar de la cadena, pero, lo que mucha gente no sabe es que no es lo mismo tirar de la cisterna con la tapa abierta que cerrada. La primera opción conlleva el riesgo de que pequeñas gotas de agua viajen junto con bacterias acaben llegando a nuestro cuerpo o ropas. Por lo tanto, cierra la tapa cada vez que tires de la cadena.
9 Sentarse con las piernas cruzadas es perjudicial para la salud
Otra de las creencias populares afirma que sentarse con las piernas cruzadas era motivo de la aparición de varices. Ahora, varios estudios han demostrado que esa postura no es un factor de riesgo para la aparición de las mismas.