"Este es un gran día para las comunidades arco iris de Nueva Zelanda". Así ha celebrado el ministro de Justicia de Nueva Zelanda, Kris Faafoi, que el Parlamento del país de Oceanía haya aprobado la ley para prohibir las "terapias" de conversión dirigidas al colectivo LGTBI para cambiar a la fuerza su orientación sexual, expresión o identidad de género y que suponen una vulneración de sus derechos y un grabe peligro para su salud.
La norma, que fue una de las grandes promesas electorales de la primera ministra, Jacinda Ardern, ha salido adelante por aplastante mayoría, con 112 votos a favor frente a ocho en contra. De esta forma, se ha puesto fin a "un error hiriente, insidioso y destructivo", según palabras del viceprimer ministro Grant Roberston, en declaraciones recogidas en Radio New Zeland. "Esta ley envía un mensaje de apoyo y afirmación del amor a todas las comunidades del arco iris", ha añadido el político laborista, abiertamente homosexual.
La ley contempla hasta tres años de prisión si se aplica este tipo de terapias a personas menores o con discapacidad. Además, la condena podría elevarse a cinco años en el caso de que se haya causado un daño grave a la persona, con indiferencia de su edad. Además, también permitiría a las víctimas reclamar ante los tribunales indemnizaciones por haber sido sometidas a este tipo de "terapias".
Mientras Nueva Zelanda ha dado este importante paso ante lo que la ONU considera una forma de tortura contra el colectivo LGTBI, en su vecino país de Australia crecen las peticiones para que también se prohíban este tipo de "terapias" en todo el país después de que el estado de Queensland, el territorio de la capital australiana, y Victoria las ilegalizaran en 2020.
#BREAKING: Our Conversion Practices Prohibition Bill has PASSED ??????????
— New Zealand Labour (@nzlabour) February 15, 2022
The passing of this Bill means that we can better protect our Rainbow friends and family from harmful conversion practices, as we lay the foundations for a better future together. pic.twitter.com/5fe9YI0ord
Siguiendo los pasos de Canadá y Francia
Poco a poco, las leyes en contra de las "terapias" de conversión eme contra del colectivo LGTBI van ganando terreno en todo el mundo. En diciembre de 2021, la Cámara de los Comunes de Canadá votó de manera unánime para prohibirlas, siendo ilegal someter tanto a adultos como a menores.
El último país en hacerlo antes de Nueva Zelanda ha sido Francia. El país galo castigará con dos años cárcel y una multa de 30.000 euros, pena que se elevará a tres años de prisión y 45.000 eurossi la víctima es menor o una persona con discapacidad. "Ser uno mismo no es un delito, porque no hay nada que curar", celebró el presidente francés, Emmanuel Macron.