Nueva Zelanda está sentando precedentes en cuanto a legislaciones igualitarias. Todo comenzó cuando anunciaron que la selección de fútbol femenina cobraría exactamente lo mismo que la masculina, algo que no sucede en ningún otro país. Ahora, han querido continuar con otro colectivo femenino completamente diferente: el de las mujeres que sufren violencia machista en sus propios hogares. Para ello, han anunciado una nueva ley que impone que todas aquellas mujeres que sean víctimas de violencia de género tengan más días libres del trabajo; se han pautado que sean hasta diez días libres.
No estamos hablando de vacaciones, ni mucho menos, sino de días libres que las mujeres podrán usar para mudarse de sus actuales hogares, o incluso para asistir a las audiencias que les correspondan en ese momento. La ley ha sido muy aplaudida, y comenzará a instaurarse a partir de abril del año que viene.
Nueva Zelanda se ha convertido así en el primer país que impone una ley como esta, permitiendo que las víctimas de violencia doméstica puedan compaginar perfectamente lo doloroso de su situación con su trabajo. Según la Comisión por los Derechos Humanos de Nueva Zelanda, "más de un 40% de las víctimas de violencia doméstica tienen empleo. Esta ley puede suponer un paso adelante para que las víctimas de violencia doméstica puedan ganar confianza y romper el ciclo del abuso".
La portavoz del Partido Verde, Jan Logie, llevaba más de un lustro trabajando en esta ley, y la ha querido explicar de la siguiente forma: "demasiado a menudo, las víctimas de violencia doméstica deben dejar su trabajo debido a estas situaciones. Algo que las hace más dependientes de su pareja y que para el empleador supone contratar y formar a una persona nueva. Es una situación en la que todo el mundo pierde. Hoy nos convertimos en el primer país del mundo en promover este tipo de protección como un derecho universal. Hoy defendemos un futuro libre de violencia doméstica".
Cifras alarmantes en Nueva Zelanda
Ahora mismo, Nueva Zelanda es uno de los países en los que hay una mayor tasa de casos de violencia doméstica, de ahí que se esté luchando con uñas y dientes para intentar conseguir reducir los casos el máximo posible. La ley está siendo muy celebrada por todo lo que supone para las mujeres que han sido víctimas de este tipo de violencia.
Women's Aid ha querido celebrar también esto, y su directora ejecutiva, Katie Ghose, ha señalado que creen que "esto ayudará a dar a más mujeres la confianza para hablar sobre el abuso y buscar apoyo cuando se den los pasos para dejar a una pareja maltratadora y tratar de reconstruir sus vidas". Es un paso que se espera que más países comiencen a seguir.