Un equipo coliderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado un nuevo biomarcador de diagnóstico precoz para el cáncer de páncreas más común, el adenocarcinoma ducal pancreático (que se desarrolla a partir de las células que recubren ls pequeños tubos, denominados conductos, en el páncreas), que implica la tercera causa de mortalidad por cáncer en países desarrollados.
Se trata de un trabajo publicado en la revista eBioMedicine y asocia la presencia de una proteína específica, la tirosina-quinasa AXL, a la detección de este tipo de tumores. Se trata de un hallazgo que implica el diagnóstico mediante análisis de sangre y porque permite un biomarcador para el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas, para el que hasta ahora no existía ninguno.
Este avance ha sido liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC), centro del CSIC asociado al Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
El estudio analiza la utilidad del receptor tirosina-quinasa AXL, una proteína presente en la superficie de las células, para detectar la presencia del cáncer de páncreas. Se trata de una proteína habitualmente ausente en células normales, pero que se incrementa de forma notable en algunos tipos de tumores, incluido el pancreático.
Esta proteína, en concreto, indica la presencia de células malignas en el organismo. Ahora, su vinculación al cáncer de páncreas, permite ayudar en la detección precoz de esta enfermedad, algo fundamental para garantizar la supervivencia de los pacientes.
Análisis
Los investigadores, mediante muestras de sangre de más de 200 pacientes de pancreatitis crónica y con tumores de páncreas, analizaron dicha sangre para averiguar la utilidad de este biomarcador en la detección precoz.
Con ello, se mostró la presencia de proteína AXL soluble en sangre como marcador en pacientes que ya habían desarrollado el tumor, sin estar presente ni en individuos sanos ni en los que sufrían pancreatitis crónica.
Esto facilita la detección, incluso en pacientes que sufren pancreatitis, es decir, inflamación del páncreas, una patología que dificulta el diagnostico. Este hallazgo es muy importante, puesto que la falta de marcadores hacen que solo un 20% de loa tumores se puedan operar a tiempo, lo que propicia la metástasis y la resistencia al tratamiento.
