En la semana de la Moda de Baño en Miami, los asistentes suelen sacar sus teléfonos móviles para fotografiar qué bikinis o bañadores les han gustado para luego comprárselos o hacer simple postureo. Sin embargo, cuando salieron al escenario las modelos que vestían los diseños del estadounidense Joel Álvarez, los móviles apuntaban sí o sí a las profesionales. Y es que, lo que las vestía, era cinta adhesiva, de todos los colores y tamaños.
Se trata de una nueva moda que, aunque la comenzó hace cuatro años, no ha marcado tendencia encima de las pasarelas hasta el año pasado y ahora trata de hacerlo en la arena de las playas. Este diseñador define sus creaciones como formas artísticas que han vestido a modelos desde Las Vegas el Caribe pasando por Europa. Eso sí, si quieres contratarle para una sesión fotográfica posando con sus diseños, debes llevar como mínimo 1.000 dólares en el bolsillo.
Este proyecto modelístico también tiene un nombre 'The Black Tape Project', ya que Joel comenzó vistiendo a las modelos sólo con cinta aislante negra, pero ha evolucionado y ahora utiliza rojo, dorado, plateado o blanco.
Su estética ha obtenido buenas críticas
Quienes se han animado a conocer el trabajo de este diseñador, creen que los bikinis son preciosos, pero no tienen claro que sean muy cómodos. Estos se preguntan varias cosas: "¿Qué pasa con las líneas morenas que tendrá su cuerpo después de tomar el Sol?" o "¿Cuánto dolor tendrán que soportar estas chicas cuando llegue el momento de despegarles la cinta del cuerpo?".