Un nuevo caso de agresión sexual en grupo salió a la luz en la ciudad de Pamplona. Una mujer denunciaba a la policía que había sido violada por, al menos, cuatro hombres: tres de ellos han sido detenidos y otro está siendo investigado. Los hechos ocurrieron en un piso, propiedad del Ayuntamiento pamplonica, situado en la calle Jarauta 13 y que se encuentra okupado.
La víctima presentó una denuncia en la cual detalla que habría sufrido una agresión sexual con penetración de varios hombres mientras se encontraba bajo los efectos de la burundanga. Esta droga consigue anular la voluntad física y mental de la persona que la toma. Esto ha llevado a la detención de tres hombres, que han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Pamplona.
Una reforma penal paralizada
La sentencia sobre 'La Manada' iba a suponer un antes y un después a la hora de regular el consentimiento en los delitos sexuales. La polémica y el debate generado llegó al Gobierno de Mariano Rajoy y al de Pedro Sánchez, que vieron la necesidad de una reforma del Código Penal. Sin embargo, el adelanto electoral cortó de raíz esta posibilidad a pesar de que se había formado una comisión especializada de juristas para el asunto.
La necesidad de regular los delitos sexuales queda palpable en el hecho de que la denuncia interpuesta por la mujer en Pamplona solo quede tipificada como abuso y no violación. Este tipo de agresión sexual, si se echa un vistazo al Código Penal, viene claramente definido en el artículo 181: "Se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre menores de trece años, sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare".
De agresión a abuso sexual
¿Qué significa que sea considerado abuso y no violación? Pues que, principalmente, tiene un castigo mucho menor y a la vez implica que en ese delito no existió ni intimidación ni violencia, aunque no existiera consentimiento por parte de la mujer. Por eso, una de las prioridades de esa comisión no solo era la de sancionar más duramente estas penas, sino también poner bajo el mismo paraguas todos estos delitos tras la categoría de agresión sexual o violación con la consecuente eliminación del denominado "delito de abuso".
Por lo tanto, la mujer que admitió en su denuncia haber sido drogada por una sustancia similar a la burundanga para anular su voluntad y ser penetrada por varios hombres, puede ver que su acusación se quede en un "simple" abuso sexual. Ya que como especifica el Código Penal si no hay violencia, intimidación y "se hallen privadas de sentido" por algún tipo de sustancia no puede ser considera violación o agresión sexual.
El problema que radica en el Código Penal es que las agresiones o abusos sexuales se "miden" en función de la intimidación del agresor o agresores y en la capacidad de la víctima o víctimas en defenderse. Esto radica que el consentimiento de la víctima no se tenga absolutamente en cuenta y es lo que las leyes deben de cambiar e incluir el consentimiento explícito.
