El Ministerio de Sanidad ha anunciado como una de sus prioridades la aprobación del plan antitabaco que contempla la ampliación de los espacios libres de humo. El nuevo marco legal implicará, de este modo, una ampliación en las restricciones para combatir el consumo de tabaco y, además, desincentivar los dispositivos electrónicos conocidos como vapeadores.
La medida retoma, de este modo, el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, que el Ministerio lanzó en diciembre de 2021, cuando Salvador Illa se encontraba al frente de la cartera, tras recibir las aportaciones de las asociaciones científicas y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), que concluyó hace año y medio sin una conclusión definitiva.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha defendido la necesidad de recuperar el plan: "Debemos recuperarlo porque no podemos darle la espalda a la única medida que más años de vida y más calidad de vida puede aportar a la población, que es disminuir el tabaquismo", ha señalado.
Restricciones al consumo de tabaco
Sanidad planteó este plan como un conjunto de medidas encaminado a endurecer la ley 28/2005 y la actualización de 2010, con dos ejes principales: ampliar los espacios sin humo en coches en presencia de menores y embarazadas, playas o terrazas y afrontar nuevos dispositivos vinculados al consumo de tabaco y relacionados, como los vapeadores.
Precisamente, la nueva legislación plantea una "regulación precisa" para los vapeadores, a los que adaptará a la normativa del tabaco. El objetivo es seguir las recomendaciones vinculadas al consumo de tabaco para incluir a estos dispositivos, también, en la normativa.
Además, se plantea una regulación de los vapeadores desechables, cuya venta ha sido prohibida en países como Francia y que representan riesgos para la salud, pero cuentan con un problema añadido, el impacto medioambiental derivado de su corta vida.
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha expresado al respecto que "existe una especie de consenso creciente en el conjunto de Europa de que puede haber unas medidas más restrictivas" respecto a estos dispositivos, cuya venta precisamente ya se ha prohibido en países como Francia.