Un nuevo caso de pishing o suplantación de identidad para el robo de información sensible está teniendo lugar en la red. En este caso, involucra a la cadena de supermercados Mercadona, que ha denunciado el envío masivo de correos, donde se alerta de un supuesto "retraso" en el "pago de una factura", para una supuesta "regularización". Evidentemente, se trata de una deuda inexistente.
De hecho, lo hacen tan bien, que la persona o personas que estén detrás de este delito firman hasta con el logo corporativo de la empresa del valenciano Juan Roig. Los ciberdelincuentes operan únicamente con objetivo de obtener los datos personales y bancarios de sus víctimas y, así, podes estafarles y robarles el dinero de sus cuentas en el banco.
La mencionada misiva, que utiliza el nombre de una de las empresas españolas de alimentación que mejor paga a sus empleados, hace referencia a lo siguiente: "Tuvimos que suspender tu cuenta porque detectamos un comportamiento irregular en tus operaciones. Le recordamos que tiene pagos pendientes con nosotros y que puede regularizar su situación. Evitando que los valores continúen siendo corregidos y aumentados! El pago de la cuota de entrada o la cuota única de este acuerdo es la formalización de su aceptación de esta negociación y sus condiciones, que se detallan a continuación".
No es la primera
Mercadona ya ha avisado a sus clientes de que no hagan caso a ninguno de los mensajes que reciban con este escrito. Lo ha hecho a través de su perfil oficial en Twitter, aunque también han sido otros perfiles los que han querido informar de lo ocurrido. Cuanta más difusión, más conciencia y por tanto, menos efectivos serán sus intentos de estafa.
Al ser una de las cadenas de supermercados, y por tanto uno de los gigantes españoles en alimentación, que más factura, son muchos los que observan su perfil tan jugoso, susceptible de hacerse pasar por la marca de Roig. No es la primera vez que Mercadona se ve envuelta en una polémica similar, pues en el mes de septiembre de 2019, lo hicieron de forma parecida, aunque esta vez usaron su nombre para robar datos de personas a través de redes sociales. Simplemente, utilizando la imagen corporativa de la marca para intimidar a los usuarios y que estos cedan.
Se trata quizás de un modus operandi similar al de otras ciberestafas, que a través de concursos, preguntas, o cualquier otro ingenioso método, intentan burlar los límites de la intimidad y privacidad de las personas, de forma ilegal y por supuesto, totalmente inmoral. Algunos incluso llegan a recrear la interfaz de las páginas webs de las marcas originales que usan para engañar a sus víctimas y así hacer que caigan en su trampa.