Si el otro día fue queso, y el otro palomitas, hoy le ha llegado el turno a los frutos secos. El caso Magrudis ha sembrado la preocupación en el Ministerio de Sanidad desde lo acontecido con sus productos cárnicos a lo largo del verano de 2019. Ahora, el órgano gubernamental parece no dejar pasar una por alto. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha vuelto a emitir un comunicado en el que advierte a la población de las consecuencias que podrían desarrollar en nuestro cuerpo el consumo de un conocido cóctel de frutos secos.
El aviso atiende a la presencia de sulfitos que no aparecen detallados en la lista de ingredientes que muestra el producto en su envase. Estos elementos son utilizados para alargar el tiempo de conserva de los alimentos y a pesar de que suelen estar presentes en muchos alimentos que ingerimos día a día, deberían estar indicados en la etiqueta correspondiente. Al menos así lo establecen las regulaciones en torno a la producción y distribución de alimentos en nuestro país.
La AESAN, organismo dependiente de Sanidad, apunta a que se trata del mix de frutos secos fabricado por Salysol. El producto se vende en formato de lata, con un peso de 80 gramos. El lote que no refleja la presencia de estos ingredientes es el 32918. La fecha de caducidad, o al menos el tiempo preferente recomendado de consumo no supera el mes de julio de 2022.
¿Cómo se detectó?
La AESAN ha querido dar más detalles acerca de esta irregularidad, que fue descubierta en Sudáfrica. Una notificación procedente del país puso sobre alerta a las autoridades españolas, que recibieron la noticia a través de la Red de Alerta Alimentaria Nacional (Sciri). La notificación explicaba lo ocurrido con los sulfitos, en concreto, que su uso en el alimento no aparecía detallado en la lista de ingredientes que los fabricantes están obligados a mostrar e informar por ley.
De esta manera, AESAN recomienda, "como medida de precaución", abstenerse de comprar y, por tanto, ingerir este cóctel de frutos secos. Podría ser potencialmente perjudicial para aquellos alérgicos a los sulfitos. Sin embargo, han quitado hierro a la cuestión y si bien alertan de su presencia, aseguran que su ingesta por "el resto de consumidores" no demostraría ni evidenciaria ningún riesgo. Por otro lado, y como se suele hacer con este tipo de alertas, han notificado a las entidades correspondientes de cada una de las autonomías españolas para que emitan una orden en aquellos establecimientos que tengan a la venta el producto y así procedan a retirarlo.