"Tenemos que hablar" fue lo que le dijo un joven chino de la provincia de Anhui a su novia. Ella intuyó rápidamente que le iba a dejar por lo que decidió hacerle daño de otra forma. Tanto, que su ya exnovio acabó en el hospital.
La pareja se encontraba dialogando en plena calle sobre su inminente ruptura, aunque no fue de mutuo acuerdo ni nada por el estilo porque ella no quería dejarle y mucho menos que fuese él quien rompiese la relación. Así que cuando el chico le explicó por qué ya no la quería, la chica aceptó sin más pero en realidad le tendió una trampa. Le dijo que estaba de acuerdo pero le pidió un último beso a modo de despedida, cosa que al chico no le extrañó hasta que justo cuando juntaron los labios, su exnovia le mordió la lengua con tanta fuerza que comenzó a sangrar y que no le soltaba.
La Policía tuvo que intervenir
Los testigos de la escena tan violenta llamaron a la policía y la chica no soltó al exnovio hasta que los agentes intervinieron. Aunque la chica se resistió bastante porque para separarles le tuvieron que rociar con gas pimienta y por fin pudieron coger al chico y atenderle. Se encontraba tan mal que tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario porque no paraba de sangrar.
Los padres de la agresora explicaron a los medios que su hija había pasado por psicólogos hacía varios años atrás y que volvió a consulta en los últimos meses después de haber sido estafada mientras compraba por Internet.