Pese a que cueste creerlo, había vida antes de la Unión Europea. Y, pese a que hoy día parezca imposible si atendemos a determinadas opiniones a raíz del Brexit, también existe vida fuera de esta. Noruega es un ejemplo de ello y uno de los referentes que se están tomando en Reino Unido a la hora de hacer frente al debate sobre la nueva situación del país. Los británicos, con un nexo común pasado con los noruegos, podrían seguir el mismo camino que estos, si bien no hay que olvidar una gran diferencia: Noruega no ha abandonado la UE mientras que Reino Unido sí, y todavía no se sabe qué consecuencias y castigos ejemplarizantes se pueden tomar desde Bruselas.
El caso noruego
El sexto país del mundo con mayor renta per capita según el FMI (tras las inalcanzables Qatar, Luxemburgo, Singapur, Brunei o Kuwait) se trata de un país nórdico 48 veces más grande que la Comunidad de Madrid, pero que acoge a casi un millón y medio menos de habitantes, casi todos en el sur, lo que no impide que su PIB supere al de Madrid y Andalucía juntas. Y todo ello sin pertenecer a la vanagloriada Unión Europea.
Noruega no es un alma en pena abandonada de toda unidad comercial, ni el resto de países le marginan, ni su economía se ha visto perjudicada. De hecho, el país nórdico cuenta con su propia unión económica, junto con Islandia, Suiza y Liechtestein: La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés). Esta surgió en 1960 como contraposición a la Comunidad Económica Europea (que más adelante se aglutinó en la Unión Europea).
El Espacio Económico Europeo
Sin embargo, y pese a todo, Noruega es el quinto país del que la Unión Europea más importa, por detrás de tres de las mayores súper potencias económicas del mundo (Rusia, Estados Unidos y China), así como de Suiza. ¿Cómo? En parte, es gracias al Espacio Económico Europeo.
Para explicar qué es el Espacio Económico Europeo hemos de adelantar un hecho crucial, casi a modo de spoiler: Reino Unido, antes de adherirse a la UE, formaba parte de la EFTA. De hecho, fue posiblemente el mayor impulsor de dicha asociación de libre comercio. Sin embargo, en 1972 decidió cambiarse de bando y abandonar la EFTA con destino a la Comunidad Económica Europea. A su vez, Dinamarca -otro de los países fundadores- hizo lo propio ese mismo año, mientras que Finlandia, Suecia y Austria esperaron a 1991 para dar el paso. Esto debilitó enomermente el poder de la EFTA y, con solo cuatro países miembros, eliminó gran parte de su objetivo primario de ser un contrapeso económico a la CEE dentro de Europa. Por ello, se creó el Espacio Económico Europeo (EEE), gracias al cual los países de la EFTA podían participar en el comercio interno de la UE sin necesidad de integrarse dentro de esta. Todos, excepto Suiza, lo cual, por otro lado, tampoco ha mermado su fuerza económica dentro del viejo continente. De hecho, también se ha especulado que la opción suiza es otra de las posibilidades que rondan en el futuro británico.
¿Qué sería del Reino Unido si adoptara el modelo noruego de relación con la UE?
1. Libre movimiento de personas
En coherencia con lo que la Unión Europea supuso, es decir, ampliar un acuerdo de unidad económica y de libre movimiento de divisas entre los países miembros a un acuerdo que garantizara, además, libre movimiento de personas, una gran multitud de países de la UE forman parte, además, del Espacio de Schengen. De hecho, tan solo dos de los países de la Unión Europea no tenían obligación legal de permitir el paso a aquellos individuos comunitarios que así lo desearan: Irlanda y Reino Unido. Con la salida de Reino Unido de la unión monetaria queda conocer si, como los países de la EFTA, decidirá permtir el libre movimiento de ciudadanos europeos por sus fronteras. Lo cierto es que no parece muy probable ya que la inmigración ha sido uno de los motivos que más capitalizó la campaña a favor del Brexit, por lo que se podría producir una situación aún más reacia al libre movimiento de personas.
2. Cumplimiento de leyes que no se pueden votar
Uno de los principales inconvenientes de pertenecer a la EFTA es su subordinación a la Comunidad Europea. Como ejemplo, y siguiendo con el caso noruego, el país escandinavo acata el 75% de las leyes de la Unión Europea pese a que no puede votarlas por no formar parte de esta: ni en la Comisión Europea, ni en el Consejo de Ministros ni, por supuesto, en el Parlamento Europeo, Noruega tiene potestad para votar gran parte de la legislación que le incumbe, más allá de aquellos temas relacionados con justicia y seguridad. De hecho, un informe encargado en 2012 por el gobierno noruego recalcó que "El aspecto más problemático de la asociación de Noruega con la UE es el hecho de que Noruega está en la práctica obligada a adoptar las políticas y reglas de la UE en muchas cuestiones sin ser miembro, y sin derecho a voto".
3. Pagar, pese a no tener voto
Según la Confederación de la Industria Británica, Noruega, pese a no ser un país miembro de la UE, es el décimo que más aporta económicamente, con un desembolso aproximado de algo más de 150 dólares por habitante, según la London School of Economics, frente a los 180 que pagaba cada ciudadano británico.
4. Posibilidad de poner sus propios aranceles a terceros países
Al no formar parte de la UE, Noruega puede llevar a cabo sus negocios independientes con países externos a la UE y como considere oportuno, pudiendo imponer los aranceles que quiera sin ninguna condición de los países comunitarios.
¿Qué piensa Noruega sobre esto?
Tras revisar superficialmente en qué situación quedaría el Reino Unido en su vuelta a la EFTA, con lo que su coyuntura externa no cambiaría enormemente, queda conocer qué opina el país aludido sobre que el Reino Unido vuelva a recuperar el estatus exterior que ocupó hasta 1972.
En Noruega, y pese a lo que pudiera parecer, se ve con cierto recelo esta posibilidad. Con esta rotundidad se expresaba el líder laborista, como recoge El Economista: "Hay pocas posibilidades de que lleguemos a un acuerdo para cambiar algo que lleva funcionando más de 20 años". De este modo, parecen apostar una vía suiza para Reino Unido, con mayor independencia del resto de países europeos y una serie de acuerdos puntuales bilaterales entre Reino Unido y la UE que recogieran medidas de convivencia.
¿Noruega? ¿Suiza? ¿Estado fuera del mercado único? Hagan sus apuestas.