En la noche del pasado domingo 13 de junio, cuando pasaban algunos minutos de las diez, Carlos Patricio B.M., de 52 años, se dirigió la Cafetería El Muelle, en el Puerto de Mazarrón, en Murcia. En su mano derecha llevaba una pistola del calibre nueve. La llevaba a la vista de todos, pero nadie reparó en ella. Cuando llegó al citado establecimiento, mató de varios tiros en el pecho a Younes Bilal, un cliente que se encontraba tomando algo con su pareja Andrea.
La víctima recibió tres impactos de bala, por lo que tuvo que ser trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (Servicio de Hemodinámica) del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Sin embargo, los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Tras el tiroteo, el presunto autor se dio a la fuga iniciándose una persecución por el paseo marítimo y la playa aledaña, que se encontraban con gran afluencia de público a la hora de los hechos. "Que no se acerquen los moros", dio cuando finalmente fue detenido por la Policía Local.
Crimen racista
La investigación se centra en la hipótesis de un crimen racista y xenófobo. Y es que Carlos, exmilitar del Ejército del Aire, pasó la tarde del domingo en la mencionada cafetería mostrando su malestar por la presencia de clientes marroquíes, según han narrado algunos testigos. "No quiero moros en el local", "los moros no tienen papeles", habría comentado. En varias ocasiones se marchó y volvió a la cafetería y en una de ellas, regresó con la pistola.
Según la Guardia Civil, Carlos se sentó en la terraza, y después de pedir una cerveza supuestamente mantuvo "un diálogo acalorado" con Younes cuando este defendió a la camarera del local, que estaba siendo increpada por por el exmilitar. Este, entonces, sacó la pistola y asesinó a Bilal, de 35 años y origen marroquí.
Carlos inicialmente fue detenido por una supuesta tentativa de homicidio con arma de fuego, sin embargo, a la vista de la muerte de la víctima se elevará el delito a asesinato, según ha avanzado la Guardia Civil.
"A mi marido lo mató un racista. Esto no es un ajuste de cuentas ni nada raro", ha asegurado la esposa del fallecido ante las posibles hipótesis que apuntan algunos como móvil del crimen. La víctima tenía tres menores de edad a su cargo: un hijo propio y los dos hijos de su pareja.