Una noticia comenzó a recorrer internet: 'Friends' tendría una nueva temporada en 2018. Los seis actores con los que crecimos y vivimos tanto tiempo volverían a la pequeña pantalla, mucho más mayores, dispuestos a reencontrarse y contarnos qué era lo que les había pasado durante estos años. Los fans se echaron las manos a la cabeza y comenzaron a elucubrar. ¿Veríamos crecer a los hijos de Mónica y Chandler? ¿Qué habría sido de Rachel y Ross? ¿Y Phoebe? ¿Habría conseguido Joey hacerse famoso? Diez temporadas no fueron suficientes para saciar toda nuestra curiosidad.
Fue esta foto la que hizo que todos los antiguos seguidores de la serie se estremecieran de ganas de volver a ver a sus personajes favoritos en televisión. Y es que no estamos hablando de una serie cualquiera, sino de una serie que realmente supuso un antes y un después a nivel televisivo. Tanto la audiencia como la crítica estuvieron de acuerdo: 'Friends' es una serie de sobresaliente.
Mas el póster resultó ser falso, y la undécima temporada de 'Friends' jamás llegará a la vida real (al menos, por ahora). Ha sido Jennifer Aniston, la actriz que interpretó a la tierna Rachel Green, la que tuvo que desmentir el rumor. Ella cree que la serie no solo no debería volver, sino que no podría funcionar a día de hoy; los noventa eran otra época, pero ahora mismo el panorama ha cambiado demasiado. Una serie que fue tan imprescindible en su momento ahora podría pasar desapercibida. En una entrevista que concedió a iHeart Radio afirmó que con las nuevas tecnologías la serie no hubiera tenido sentido. "Siempre bromeamos diciendo que si 'Friends' hubiera sido creada hoy, tendríamos a un montón de personas mirando sus móviles en una cafetería. No habría conversación, no existirían los episodios", señaló.
Pero nosotros no hemos querido perder la esperanza. Y dado que no vamos a poder tener una undécima temporada de 'Friends' por ahora, hemos querido imaginar qué estarán haciendo actualmente Mónica, Chandler, Rachel, Ross, Joey y Phoebe.
Mónica y Chandler, unos padres excelentes
Todo acabó cuando Mónica y Chandler fueron padres adoptivos de unos preciosos gemelos y se mudaron de su pequeño piso para comenzar una vida de familia. Seguramente, Chandler siguiera trabajando en una aburrida oficina mientras que Mónica dedicaría su vida a la cocina. Disfrutarían viendo crecer a sus pequeños, formando un núcleo familiar tan estable como limpio; desde luego, no podemos imaginar a Mónica en una casa que no estuviera impoluta.
Su vida se puede entrever como algo bastante tradicional, apacible, un pequeño paraíso que ambos merecían después de todo. Las dos madres de Chandler acudirían de vez en cuando a ver a sus nietos, haciendo que él perdiera la cabeza, y los padres de Mónica harían otro tanto de lo mismo.
Rachel y Ross, la pareja de los vaivenes
Mientras que Mónica y Chandler parecen la pareja estable por excelencia, capaz de ir superando cualquier cosa que se interponga en su camino, la sensación con Rachel y Ross no es la misma. Su relación es más del tipo de tira y afloja, esas que acaban agotando a ambos miembros de la pareja hasta la extenuación.
Es por eso que es imposible imaginar que ellos dos pudieran tener un futuro tranquilo juntos. Mucho debían cambiar, y el verse lejos de sus amigos durante temporadas más largas probablemente propició que se centraran el uno en el otro, se conocieran mejor y comenzaran a aceptarse, además de quererse. Porque el amor no lo es todo en esta vida, y ellos tenían que aprender a respetarse. Sin más descansos de por medio, por supuesto.
Cinco años después de la mudanza, con sus vidas más o menos estables... ¿No suena plausible que se casaran? ¡Sí! ¡Boda entre Ross y Rachel! Finalmente el amor venció a todas las diferencias entre ellos, y Rachel consiguió que Ross dejará atrás esa prepotencia tan desagradable y tan propia. ¿Sabéis qué? Incluso es posible que decidieran darle otro hermanito a Emma. ¿Por qué no? ¡Que triunfe el amor!
Phoebe, madre de dos niñas
Dejamos a una Phoebe y un Mike bastante enamorados; él, incluso, quería tener hijos con ella. Y seguramente acabaron teniéndolos, dos gemelas preciosas con el pelo y la personalidad de Phoebe, tan excéntricas como ella, tan divertidas y risueñas. Nacieron a la vez que el segundo hijo de Rachel y Ross, y compartieron clase, puesto que los padres decidieron que sería buena idea que los tres estuvieran juntos.
Phoebe empezó a subir vídeos a YouTube cantando sus canciones, y, con el tiempo, consiguió hacerse muy famosa. Con sus diez millones de suscriptores, pudo mantenerse sin ningún tipo de problema. Sus hijas comenzaron a hacer sus vídeos en YouTube con quince años, una de ellas dedicándose al mundo del maquillaje y la otra al de la literatura, y también se hicieron un hueco en la red social de vídeos. ¡Felicidad para todos!
Joey, un actor de alto prestigio... En Italia
Joey, viendo que todos sus amigos tenían la vida más o menos establecida, decidió irse a Italia a buscarse la vida como actor. Y lo que tanto trabajo le costó conseguir en Estados Unidos, allí le fue más fácil. Se hizo famoso muy rápido, consiguió ganar mucho prestigio, y ser el objeto de deseo de muchas mujeres en Europa. Pero se cansó pronto, y, dos años después de haber llegado a Italia, decidió volver a Estados Unidos. Eso sí, siendo ya muy famoso, con lo cual no le fue difícil encontrar trabajo.
Fue allí donde encontró a la chica de sus sueños, la profesora de las hijas de Phoebe y el pequeño de Rachel y Ross. Tan dulce como es, y capaz de comprender todas sus locuras; tanto se enamoraron que decidieron irse a vivir juntos.
¡Todos felices! ¿Qué pensáis vosotros? ¿Hubieseis continuado sus vidas de otra forma?
