Muchas de las personas que sufren hermorroides entran en pánico por la vergüenza de tener que ir al médico y explicarles la situación. Por lo que prefieren hacer una búsqueda rápida en internet y vender su salud a cambio de cualquier remedio casero que les cure de ese dolor insoportable que sufren. Es en este momento cuando la salud corre más peligro que la vergüenza. El hecho de poner todas nuestras esperanzas en una recomendación de cualquier persona que haya escrito en internet hace que no sea nada fiable, aunque creamos que tiene sentido el consejo.
Varias páginas web sugieren que introducir en el ano una patata congelada durante 30 segundos alivia las hemorroides. El hecho de que el alimento es ligeramente ácido puede dar la impresión de que de verdad cura algo el picor, ya que contrae los vasos sanguíneos en la zona sensible.
"¡Los remedios caseros que los médicos no quieren que sepas!". Así se anuncia una páginas web que presume de saber un remedio para las hemorroides. En estos sitios aseguran que las patatas tienen propiedades estringentes y ayudan a alividar el dolor y la sensación de picazón, la cual ocurre con esta afección. "Es uno de los remedios caseros y naturales más eficaces para las hemorroides", así lo asegura un blog que no aporta ninguna evidencia científica ni médica.
Consulte con su médico
Los médicos han desmentido que introducirse patatas congeladas tenga algún beneficio para la salud. Guts UK, entidad británica especializada en la salud del aparato digestivo, ha señalado que no hay ninguna evidencia científica que sustente el uso de las patatas congeladas para tratar las hemorroides.
En el caso de que el dolor y el picor sea insoportable, lo mejor es hacerle frente a la vergüenza y decirle al médico de cabecera los síntomas que tenemos. Hasta hace poco se relacionaba la enfermedad con el estreñimiento y sus factores predisponentes como la edad, dieta pobre en fibra y esfuerzos de evacuación. Sin embargo, los estudios no han podido demostrar las hemorroides con el estreñimiento crónico.
En un primer momento los expertos aconsejan beber mucha agua, tener una buena higiene, tener una dieta rica en fibra con frutas y verduras, reducir la ingesta de cafeína y evitar alimentos picantes.