Es así: los niños de 'Stranger Things' son los protagonistas absolutos de este verano y eso no hay nadie que te lo discuta. Mike, Dustin, Lucas, Eleven y -en menor medida- Will nos han cautivado al transportarnos a nuestros días de infancia en bicicleta en la América de los 80 (vale que ninguno tuvimos una infancia en la América de los 80, e incluso puede que ni siquiera tuviésemos bici, pero oye, es 2016 y podemos reimaginarnos nuestra niñez como queramos porque por entonces no existía Facebook para contradecirnos).
Los cuatro estuvieron en el plató de Jimmy Fallon, a quien se enfrentaron en el juego de las confesiones. Y, sinceramente, no podía haber sido más genial.
Cada uno de ellos se sentó alrededor de una mesa redonda armado con un spray de serpentina. Una a una se iban leyendo diferentes confesiones anónimas y, tras pensar durante tres segundos, debían disparar al que pensaban que era el autor de semejante confesión.
Comenzaron por un curioso secreto: uno de los cinco todavía duerme con la luz encendida. El ataque con serpentinas comenzó de una manera bastante distribuida, aunque Millie Bobby Brown (Eleven) dejó ver desde el principio su intención de recrearse con Jimmy Fallon.
Aunque fue Finn Wolfhard (Mike) el que más disparos recibió, finalmente, Caleb McLaughlin (Lucas) confesó ser el que aún no quiere dormir a oscuras. Y, lejos de avergonzarse o recibir burlas, sus compañeros de reparto le chocaron los cinco con una gran sonrisa.
En la siguiente confesión, leída por la gran Millie, el adorable Gaten Matarazzo (Dustin) reconocía que una vez en tercer curso se había puesto a llorar en clase después de que se disparase la alarma de incendios del colegio.
Ninguno de ellos tuvo ninguna duda de que él era el autor de ese secreto, aunque Millie decidió volver a vaciar su bote con Jimmy Fallon.
En tercer lugar, uno de los cinco reconocía, de forma anónima, haberse cortado la barbilla una vez con un escritorio al hacer la voltereta lateral en un baile.
Y todos, convencidos por el "¡ese eres tú!" de Millie, apuntaron sus sprays hacia Jimmy Fallon, que recibió serpentinas de cuatro colores diferentes.
Sin embargo, el verdadero autor de la confesión era el actor que encarna a Mike en la serie, el cual no dudó en aprovechar su ocasión para reírse de Fallon. "¿Saber leer?", le preguntaba el adulto. "¿Sabes presentar?", le respondía el pequeño.
El secreto de Jimmy Fallon fue que mete patatas fritas dentro de su hamburguesa, y volvió a recibir toda la serpentina de los niños.
Y así, llegaron al quinto y último secreto, la gran sorpresa de la noche. Por descarte, el de la pequeña Eleven. "Puedo rapear perfectamente 'Monster' de Nicki Minaj", y así lo demostró mientras recibiía los ataques de sus compañeros.
Los protagonistas de 'Stranger Things' demostraron, una vez más, se enorme simpatía, así como su profesionalidad. Dejaron clara la tremenda vis cómica que poseen y las tablas que manejan a su corta edad, al tener en su justa medida ese punto de improvisación, sin sobrepasar las reglas del medio. El momento en que Millie no deja de rapear cuando recibe la serpentina, y además agarra el spray y se une a la batalla al mismo tiempo, es sencillamente el resumen de las grandes aptitudes de estos pequeños.
Gracias, 'Stranger Things', por una gran serie. Y gracias, 'Stranger Things', por estos pequeños grandes descubrimientos.