Un valenciano, de tan solo veintiún años y estudiante universitario, colgó en su balcón unas banderas en apoyo al colectivo LGTB. Lo que él no esperaba, bajo ningún concepto, es que fuera a recibir como respuesta un himno franquista que implica represión, odio y discriminación. No ha dudado en contarlo todo a través de su cuenta de Twitter, para así concienciar a la población y visibilizar la situación que ha vivido en su propia piel. Desgraciadamente, los tweets ya no están disponibles.
Como él mismo cuenta, siempre había tenido colgada la bandera LGTB, pero por cuestiones de climatología, últimamente la tenía resguardada para que no se ensuciara o rompiera. Ya había vivido situaciones molestas, que él mismo tacha de "humillantes", cuando unos niños se pararon debajo de su ventana y comenzaron a preguntarle si era gay, de forma claramente despectiva llamándole, incluso, "maricón".
Estos niños, al parecer, iban a un colegio cercano y habían cogido como costumbre pararse debajo del balcón de este estudiante. Lo realmente desagradable pasó hace tan solo unos días, cuando no contentos con insultarle, comenzaron a cantarle el himno de la falange, el 'Cara al sol'.
La LGTBfobia sigue siendo una lacra inmensa
"Llegó el invierno, las lluvias y el frío nos hizo sacarla hasta hoy", explica en su Twitter el joven, haciendo referencia a la bandera. Una mañana, los gritos de unos niños le hicieron levantarse de la cama y asomarse, momento que aprovechó para colocar bien la bandera arcoiris. Fue entonces cuando los niños le dijeron que querían ser sus amigos.
"Luego he puesto la republicana y me han preguntado que si era la Franco", expone y añade que les dijo que no, que se trataba de una bandera democrática. "En ese preciso momento, uno de ellos ha escupido al suelo, se han alejado como si fuese un enemigo y desde lo lejos y jactándose" comenzaron a cantar el 'Cara al sol', ha relatado.
El joven ha concedido una entrevista a Cribeo, contando su impotencia. "Cuando me llamaban así, me sentía impotente porque no podía quitarles los prejuicios de la cabeza, pero ayer me esforcé y me asomé por el balcón sintiéndome orgulloso de lo que soy". No es la primera vez que suceden estos insultos y él mismo cree que no serán los últimos. Pero este hecho, el tener que escuchar de boca de unos niños el himno de la Falange, le ha hecho verlo todo desde otro punto de vista. "El problema no es que sean niños, el problema es la sociedad y esa educación que aún no se ha sabido democratizar".
Cuenta que decidió subirlo a las redes porque le pareció "muy fuerte que en el siglo XXI, cuando se supone que estamos en una democracia, los niños en lugar de conocer los Derechos Humanos o una ética cívica de mínimos para convivir con todos bien, se sepan el himno franquista. Pensé que realmente era muy fuerte y quería que lo viese más gente para que veamos la importancia de la educación y de cómo va la sociedad, y lo que nos espera como no cambiemos".