Disneylandia, el "lugar más feliz del mundo" tal y como se describe, el lugar al que todo niño ha querido que sus padres le lleven. Sin embargo, algunos de los que han tenido la oportunidad de ir, no han conseguido salir de allí. Son los "niños perdidos" del parque, los que murieron por algún fallo técnico... o por cometer algún que otro riesgo.
Lo cierto es que cuando se abrió el parque de California en 1955, Disney no quiso escatimar en gastos relacionados con la seguridad. Ello no evitó que nueve años después, en 1964, Mark Maples no consiguiese salir de allí. Según relata Atresmedia, este joven de 15 años se disponía a celebrar una jornada en las atracciones del parque junto a sus compañeros del colegio. Sin embargo, cuando se montaron en la atracción conocida como "Matterhorn" -una montaña construida a imitación de Los Alpes-, Mark tomó la decisión de desabrocharse el cinturón de seguridad y ponerse de pie. En el momento en el que el tren descendió una cuesta, el joven salió despedido y cayó sobre las vías de la atracción, lo que le provocó una fractura en el cráneo.
Poco tiempo después, otro joven corrió su misma suerte. Al parecer, Ricky Lee Yama se encontraba en el monorraíl que recorre la zona de Tomorrowland. En algún momento de la travesía, este joven de 17 años decidió que debía de saltar de un vagón a otro del vehículo. Sin emargo, parece que no calculó bien las distancias y cayó a las vías. Murió aplastado.
Tras Yama, las muertes siguieron sucediéndose de manera contínua. En 1973, Bogden De Laurot -de 18 años- y su hermano pequeño -de 10 años- se escondieron en la isla de Tom Swayer. El objetivo era esperar a que el parque cerrase para tener la oportunidad de disfrutar de los fuegos artificales desde la isla. Sin embargo, la situación terminó por asustarles y decidieron escapar de allí a nado, cruzando el río que cubre la isla. Sin embargo, el hermano pequeño no sabía moverse en el agua y comenzó a ahogarse. Bogden acudió rápido a rescatarle, pero ello le costó la vida: terminó ahogándose antes de que un operario les rescatase. El pequeño consiguió salvar su vida.
En la larga lista de niños perdidos, hay todo tipo de casos. Es lo que sucedió en 1981, cuando un joven de 18 años, llamado Mel Yorba, terminó apuñalando a otro de 28, en medio de un ataque de celos cuando consideró que había mirado de forma desproporcionada a su novia.
Y de los celos, a las peleas callejeras. Seis años después se produjo una pelea a tiros en el parking del complejo y uno de los pandilleros, de tan solo 15 años, murió tras recibir tres disparos por la espalda.
Incluso algunas personas han llegado a suiciarse en las inmediaciones, tal y como le sucedió a un joven en 1996 cuando terminó por saltar desde la ventana de su habitación en el Dineyland Hotel. Tenía 23 años.
El resto de franquicias de Disneyworld también han vivido varias tragedias. Precisamente en el verano de 2016 un niño identificado como Lane Graves fue atacado por un caimán en el lago artificial del complejo de Orlando. El animal arrastró al niño hacia el interior del agua y lo ahogó.
En Disneyland Paris, por su parte, otra niña española identificada con el nombre de María Celeste falleció tras un paro cardiaco mientras se encontraba en el interior de una montaña rusa. Al parecer la muerte fue por causas naturales.
Como podemos ver, la muerte puede aparecer hasta en los sitios más insospechados. Todos ellos son los verdaderos 'niños perdidos' de Disney.
