Un mes a base de menús de Telepizza. Esas son las condiciones en las que se encuentran los 11.500 niños beneficiarios de la beca comedor que concede la Comunidad de Madrid y que, en tiempos de confinamiento, están basando toda su alimentación en cadenas de comida rápida.
Por estos hechos, la FAPA (Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos) ha interpuesto una denuncia contra la consejería de Educación, ante la de Sanidad, así como una queja ante el Defensor del Pueblo.
La asociación considera que este tipo de menús violan el derecho de los menores a acceder a una alimentación digna, además del riesgo para la salud, con problemas de malnutrición a largo plazo.
#EmergenciaAlimentariaCada vez más preocupados por niños y niñas madrileñ@s. ¿Hasta cuándo esta alimentación en @ComunidadMadrid? pic.twitter.com/fMlybX0Ren
— FAPA Giner Ríos (@FAPA_Giner_Rios) April 19, 2020
De hecho, la alimentación diaria a base de comida rápida, por si había alguna duda, puede generar problemas de salud, como malnutrición, desgana y afecta al estado emocional. Sí, hay 11.500 menores a los que se les ha abocado a vivir un particular 'Supersize Me' en toda regla.
Una solución fácilmente aplicable
La comida que ahora reciben los menores se gestiona mediante un contrato firmado con empresas de comida rápida, como Telepizza o la sandwichería Rodilla. De manera paralela, los responsables de los comedores escolares han aprobado despidos para los trabajadores que se encargan a diario de cocinar los menús escolares, mucho más equilibrados y saludables que la comida rápida.
A los que aún no les queda claro que hay quien hace negocio con nuestras vidas, que se apunte al menú telepizza de la CAM y Ayuso para los próximos dos meses. Que os aproveché lo votado el día que necesitéis los servicios públicos de esta gente pic.twitter.com/uVnzaUPo21
— Maite Pastor (@maite_pastor) March 18, 2020
La FAPA, en este sentido, pide una solución muy sencilla: romper el contrato con las cadenas de comida rápida, lanzar uno nuevo con los trabajadores despedidos y utilizar las instalaciones de los colegios. Siempre en función de las necesidades actuales.
Mientras tanto, la sociedad civil empieza a movilizarse para garantizar una alimentación saludable para los niños mucho más sana que la ofertada por el Gobierno regional. Por ejemplo, la ONG World Central Kitchen ofrece menús diarios para los más pequeños con productos recogidos del banco de alimentos. La asociación de vecinos del barrio madrileño de San Fermín (Madrid), también ha hecho lo propio, aunque con un motivo más urgente: el Telepizza de su barrio directamente les ha cerrado las puertas.