Un terrible suceso ha tenido lugar en Reino Unido. Un niño de 12 años ha sido encontrado ahorcado en la habitación de su vivienda después de ser víctima de bullying escolar. Al parecer, sus compañeros de escuela habrían sido los desencadenantes de sucesivos episodios de acoso, que se materializaba de una forma muy dispar, a la par que cruel y poco común.
Le tiraban trozos de carne. Todo por una sencilla razón, era vegano y fiel a sus hábitos alimenticios, no consumía productos cárnicos, ni tampoco sus derivados. Su madre confesó al juez que llevaba a su hijo al terapeuta para analizar su conducta, pues actuaba de manera irregular en casa y su comportamiento era extraño, además se autolesionaba. Era tanto el nivel de estrés y temor al llegar del colegio, que no podía evitar hacerlo. Nadie de su entorno era entonces realmente consciente de lo que suponía para el pequeño ser objeto de los desprecios de aquellos compañeros a los que tenía que ver cada día.
"Inteligente" y "maravilloso". Así lo describen sus familiares. "Tenía preocupaciones no propias para gente de su edad", subrayaron. Sin embargo, como cualquier niño, tenía múltiples facetas. Sabían como era y a pesar de su buena fe, también era "travieso". Vivía la vida con entusiasmo: "El mundo le ofreció la oportunidad del descubrimiento y la aventura".
¿Existe algún factor más implicado en la muerte?
El forense niega que el niño tuviera intención alguna de suicidarse. Por ahora no se han conocido más detalles acerca sobre los resultados de la autopsia, pero no contempla que el joven quisiera acabar con su vida y por tanto, deja abierta la posibilidad de que algún factor más entrara en juego.
Por su parte, la madre, abatida por la pérdida de su hijo, asegura que nunca pensó que los hechos hubieran cobrado tanta relevancia en la mente de su hijo y por lo tanto, nunca llegó a ver la situación como algo grave y relevante, mucho menos el suicidio.
En cuanto al director del centro al que asistía cada día, este alegó no haber sido testigo de los mencionados episodios, donde supuestamente sus compañeros le lanzaban trozos de carne. Sin embargo, afirma que Louie no era feliz dentro de las aulas y que asistir allí cada jornada le suponía un calvario. "Trabajamos activamente con él y su familia para solucionar esos problemas", se lamenta, garantizando que pondrán de su parte para revisar las medidas que desde hace tiempo establecieron para hacer frente al acoso escolar.
Una asociación integrada por personas que se declaran veganas ha manifestado su tristeza por el fallecimiento del niño y advierten a las autoridades escolares que estén muy atentos de este tipo de casos, ya que el veganismo también puede ser una razón que motive a otros alumnos a acosar y que alguien sea el blanco de sus burlas.
