La vida de Joseph Bostain, un niño estadounidense de tan solo seis años, ha pendido de un hilo. El pequeño padece fibrosis quística, lo que hace que forme parte del colectivo de riesgo a pesar de que el coronavirus no afecte, en algunos casos, a los más pequeños de la casa.
Sus padres comenzaron a notar los primeros síntomas del Covid-19 a mediados de marzo, por lo que decidieron acudir rápidamente al Hospital Infantil Monroe Caroll Jr., en el estado de Tennessee, donde confirmaron que el pequeño había contraido el coronavirus.
La enfermedad se ha unido a la fibrosis quística, que ataca continuamente sus glándulas exocrinas y provoca un funcionamiento deficiente. Con ello, el páncreas y los pulmones registran problemas para ejercer sus funciones, por lo que cualquier afección que afecte a estos órganos puede ser fatal.
Los médicos, desde el primer momento, temieron por la vida del pequeño Joseph Bostain. De hecho, los pronósticos también barajaban que la combinación de ambas afecciones pudiera debilitar el cuerpo del pequeño hasta el punto de arrastrar secuelas. Pero, afortunadamente, nada de eso ha sucedido.
"¡Soy un guerrero!"
El pequeño se ha salvado gracias a su fortaleza, el cariño de su entorno y, sobre todo, a la gran labor de los profesionales sanitarios que, como siempre, lo dan todo en el campo de batalla en nuestra actual guerra en contra del coronavirus.
El pequeño, finalmente se ha salvado. Y sus padres han querido compartir la buena noticia en redes sociales. Por ello, han grabado un vídeo en el que se ve al pequeño feliz y relatando su particular batalla: "Gracias a todos los que han rezado por mí. ¡Soy un guerrero de la fibrosis quística y he vencido al Covid-19!", ha celebrado el pequeño. Sin duda, un nuevo renacer con tan solo seis primaveras.