El exorcismo es una práctica más habitual de lo que creemos. De hecho, el Vaticano imparte cursos para ello, como informó BBC. Muchos creyentes buscan sacerdotes o exorcistas para que le saquen a Belcebú de su interior. Sin embargo, el caso del niño ruso de tan solo nueve años acabó de forma trágica. Una violenta sesión de exorcismo llevada a cabo por sus padres y los integrantes de una secta acabó con su vida.
Los hechos trágicos ocurrieron en Ekaterimburgo, Rusia, cuando el menor de nombre David K., según las autoridades locales, fue amordazado para acallar sus gritos mientras era azotado violentamente por su padre y otros adultos de la secta. Su objetivo era el de "expulsar los demonios" de dentro de su hijo. La madre, según las primeras investigaciones, presuntamente mantuvo sujetado al niño durante el exorcismo.
Homicidio
Los dos progenitores y varios miembros de esta secta rusa han sido detenidos por las autoridades de Ekaterimburgo, al ser sospechosos de homicidio. Según han explicado los medios locales, después de la muerte del niño, los miembros de la secta Discípulos de Jesucristo oraron junto al cuerpo sin vida del menor durante dos días para intentar "resucitarlo". Al no conseguirlo, cómo era sumamente lógico, enterraron el cadáver del niño en un bosque cerca de un lago.
Este suceso trágico fue desvelado por la tía del niño quien denunció a la Policía rusa sobre el asesinato de David en un ritual de exorcismo. Las autoridades no sólo detuvieron al padre del menor sino también a Zemfira Gainullina, la líder de la secta. Mientras, la madre fue detenida en Bielorrusia, mientras huía.