Brittany Gosney, una madre de 29 años de Ohio (Estados Unidos), fue acusada de abandonar a su hijo de seis años en un parque local y, después, arrastrarlo por la acera cuando intentó regresar al coche. Luego arrojó el cuerpo sin vida de su hijo al río al día siguiente.
La mujer confesó haber matado a su propio hijo durante el suceso, aunque mostró poco remordimiento por lo sucedido, según reveló el jefe de policía de Middletown. Por ello, está acusada de asesinato, abuso de un cadáver y manipulación de pruebas.
La policía dice que sus otros dos hijos se encontraban en el coche en le momento en el que se produjo el asesinato, pero no sufrieron daños. Desde entonces, los menores han sido acogidos por los servicios sociales.
"Esto realmente ha tocado mi alma y mi corazón", reveló el jefe de policía David Birk en una rueda de prensa . "Es simplemente desgarrador", añadió. El policía dijo que Gosney había indicado que también había planeado abandonar a sus otros hijos. Según los informes, Gosney perdió la custodia de un cuarto hijo que ha estado bajo el cuidado del estado desde antes del asesinato del niño de seis años.
Un informe del arresto proporcionado a The Daily Beast por el Departamento de Policía de Middletown asegura que Gosney "admitió haber llevado a su hijo, James Robert Hutchinson, a Rush Run Park, en el condado de Preble, donde lo dejó fuera del coche".
Después de obligarlo a salir del coche, Gosney le dijo al detective John Hoover que el niño "intentó regresar al vehículo y ella se alejó a gran velocidad, arrastrando al menor. La acusada luego salió del parque y regresó aproximadamente 30 o 40 minutos después y encontró al niño en medio del aparcamiento con una lesión en la cabeza".
La acusada se llevó los restos del niño a su casa y colocó el cuerpo en uno de los dormitorios del piso de arriba: "Al día siguiente condujo hasta el río Ohio y arrojó el cuerpo del niño al río", señala el informe policial.
El novio también está inculpado
El novio de Gosney, James Russell Hamilton, de 42 años, también está acusado de ayudar a Gosney a deshacerse del cuerpo de su hijo. Se enfrenta por ello a cargos de abuso de un cadáver y manipulación de pruebas.
La fianza para Gosney se fijó en un millón de dólares en efectivo. La de Hamilton se fijó en 105.000 dólares. Ambos permanecen bajo custodia, según afirmó el portavoz del Departamento de Policía de Middletown, Shelby Quinlivan, a The Daily Beast.
Gosney y Hamilton se presentaron en la comisaría alrededor de las 10:15 horas del domingo por la mañana para denunciar la desaparición de su hijo. En ese momento, el agente sintió que algo iba mal: "Había señales de alerta por todas partes", indicó.
