Hay personas que tienen el dinero por castigo y, luego, hay un tipo de millonario que no se corta ni un pelo a la hora de demostrar a la plebe que lo tienen. Tanto es así que, a veces, sus excentricidades rozan lo humillante. El protagonista de este vídeo es un niño rico de nacionalidad rusa que se dedica a hacer el idiota, ya que no tiene otro nombre, con los billetes que le "sobran".
Este millonario ruso, que se dedica a pasear con su lujoso coche por las calles de San Petersburgo, no muestra su rostro ante la cámara. Parece que prefiere tapar su cara con una lujosa máscara negra a que todas las personas sepan quién se está literalmente riendo de ellos, mientras arroja rublos por la ventanilla. Una ostentosidad que raya lo esperpéntico.
Una ostentación millonaria humillante y burlesca
El joven millonario habla a la cámara instante antes de abrir la ventanilla: "De repente pensé que en esencia el dinero es una cosa bastante inútil. Son sólo trozos de papel. Pasas toda tu vida para aumentar la cantidad de dinero en tu cuenta. Tengo 50.000 rublos, un buen salario mensual en la ciudad de San Petersburgo. Entonces, ¿de verdad te estás matando por esto? Te compadezco". En ese momento, saca sus brazos por la ventana del coche y comienza a tirar rublos.
Los peatones incrédulos ven como los billetes empiezan a volar por todas partes. "Mira, dinero: el dinero real está volando", comenta uno. Algunos de los viandantes salen corriendo para recoger los rublos del suelo.
"La inmoralidad de los niños mimados que nunca han trabajado un día en sus vidas"
Sin embargo, la demostración de esta ostentosidad millonaria no es la primera vez que ocurre, ya que el mismo niño rico ya la ha manifestado en algún video más. Hace varios meses llamó la atención con una grabación en la que desatascaba su Mercedes S500 Coupe de una playa, colocando dinero en una rueda para poder salir. Para ello "necesitó" la inestimable ayuda de dos modelos que, tras conseguir sacar el coche, las dejó atrás.
Perteneciente a un club privado de millonarios, ha recibido muchísimas críticas por este tipo de videos, aunque parecen no importarles demasiado. "La inmoralidad de los niños mimados que nunca han trabajado un día en sus vidas", señalan entre sus críticos.