Ashton Fisher es un niño británico de 12 años que sufre una fobia muy particular. El menor ha sido diagnosticado con "fobia a la comida", lo que le ha llevado a alimentarse durante casi una década de únicamente pan blanco de la marca Warburtons y yogures de fresa y plátano de la marca Munch Bunch.
El psicólogo especializado en desórdenes alimenticios que ha tratado su caso señala que Fisher tiene, concretamente, Trastorno de Evitación y Restricción de Ingesta de Alimentos, AFRID en sus siglas en inglés. Y es que desde que tenía dos años, han relatado sus padres, se ha negado entre llantos y ataques de pánico a comer cualquier alimento que no fueran los mencionados.
Cara Fisher, madre del menor, ha relatado a la agencia de noticias Carter News que cree que la causa por la que ha desarrollado este trastorno es porque tuvo "reflujo" cuando era bebé. Tanto ella como su marido han estado muy preocupados por la salud de su hijo al no ingerir todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. "No ha recibido ninguno de los nutrientes que necesita porque físicamente no era capaz de comer nada más, ya que tenía horribles ataques de pánico", ha asegurado.
Empieza a mejorar
Esta fobia ha limitado en gran medida la vida familiar y social del pequeño Ashton. El niño ha evitado las cenas de Navidad al no soportar el olor de la comida y tampoco ha podido acudir a las fiestas de cumpleaños de sus compañeros de class.
Sin embargo, con el paso de la primaria a la secundaria, la situación ha empezado a cambiar. "Hasta hace poco, Ashton ha estado bien porque pensaba que era normal", apunta su madre. "Pero sus compañeros de la escuela secundaria se han dado cuenta de que no come y se ha vuelto incómodo para él. No quiere ser diferente".
Con la ayuda del psicólogo y de un nutricionista, el niño ha comenzado a introducir nuevos alimentos en su dieta como sándwiches, algunas comidas asadas, patatas fritas y Nuggets de pollo de una conocida cadena de comida rápida.