"Mamá, ¿me voy a morir?". Esa son las palabras que acertó a decir Alfie, un niño de cinco años diagnosticado de coronavirus, tras sufrir fiebres de 42 grados que le habían llevado a padecer alucinaciones y fuertes vómitos.
Su madre, Lauren Fulbrook, de 30 años de edad, compartió las imágenes en su perfil de Fecebook y rápidamente se viralizaron. El caso de este menor no suele ser habitual, puesto que los niños suelen padecer síntomas leves, si es que llegan a desarrollarlos, aunque son fuente de contagio y por ello se pide extremar las precauciones.
Sin embargo, en algunos menores se pueden producir cuadros especialmente graves y, todavía, no hay conocimientos suficientes para evaluar quienes son realmente vulnerables (exceptuando, eso sí, las patologías previas).
La madre asegura que realmente temió por la vida de su hijo cuando, recostado en la cama del hospital y afectado por los síntomas que estaba experimentando, le dijo: "Mamá, ¿me voy a morir?".
Ahora, la madre ha querido difundir el caso en redes sociales para concienciar sobre la realidad de este patógeno: "El coronavirus no es un juego. Por favor, deja de barrerlo debajo de la alfombra y de poner en riesgo, no solo tu vida, sino la de los demás, solo porque quieres ir al bar o a un restaurante, o porque piensas que necesitas siete paquetes de 24 rollos de papel de baño. Como alguien en cuya casa hay un positivo en Covid-19, he visto los efectos que tiene", ha escrito.
La situación que ha experimentado su hijo ha provocado un fuerte dolor en su madre, que no oculta ahora cómo se siente: "He tenido que observar a mi hijo de cinco años de edad pasar de tener toda la energía del mundo a no moverse, no comer, difícilmente beber u orinar. Su temperatura no bajaba de los 40 grados y alcanzaba los 42,3, lo cual le causó vómitos", ha expresado angustiada.
Sin atención hospitalaria
La alerta surgió cuando el menor empezó a registrar fuertes fiebres que le llevaron a vivir alucinaciones, e incluso a llorar por los fuertes dolores de cabeza que estaba experimentando.
En ese momento, acudió a un hospital, pero los médicos le dijeron que no tenían espacio para el pequeño "porque estaba muy lleno", por lo que aconsejaron que llamara al teléfono de emergencias si experimentaba nuevos cuadros de fuerte fiebre.
Cuando la situación empeoró todavía más, la madre optó por regresar al hospital donde, esta vez, sí, quedó ingresado en aislamiento. Allí permaneció durante dos días hasta que recibió el alta y le enviaron a su vivienda para continuar la cuarentena. "El hospital me aconsejó que, mientras pueda darle la medicina a Alfie, yo podía ser capaz de gestionar nuestra propia cuarentena", relata la madre, que también ha empezado a experimentar los primeros síntomas.
"Yo no tengo más remedio, tengo una hija de 18 meses, además de Alfie, y ahora todos estamos enfermos, aunque no hasta el punto en que estuvo Alfie. Verdaderamente fue una de las peores experiencias de mi vida, que mi hijo me preguntara si iba a morir y ver el genuino pánico y angusta en sus ojos me rompió el corazón", aseguró la madre del pequeño.
Mientras tanto, el pequeño Alfie evoluciona positivamente y se espera que supere la enfermedad sin problema. Aunque su madre advierte: el coronavirus no es una simple gripe. Hay que extremar todas las precauciones.