Con tan solo 12 años, el pequeño Riley Hadley estaba siendo educado en casa después de que tuviera que abandonar la escuela a la que acudía, el Sidmouth Community College, en Devon (Inglaterra) debido al continuado acoso que sufría debido a su sexualidad. La idea de regresar al centro le llevó al suicido.
La investigación llevada a cabo por Exeter's County Hall ha determinado que el menor, los meses previos a su muerte, había venido haciéndose preguntas sobre su orientación sexual, lo que le habría convertido en víctima de acoso por parte de algunos de sus compañeros de la escuela.
La madre del niño, Allison Holmes, ha revelado a Devon Live que su hijo era acosado en el parque local, que en los pasillos del colegio recibía empujones y que incluso llegaron a agredirle físicamente pateándolo en una carretera. "Tenía miedo de ir a la escuela y al parque", cuenta la mujer. Por esta razón decidieron que tras el verano de 2019 comenzara su educación en el hogar.
El miedo de volver a la escuela
El día de su muerte, ambos acudieron al médico para una revisión de Riley debido a los problemas de ansiedad que sufría. A la vuelta, la madre planteó la posibilidad de que el niño regresara a la escuela ante las dificultades que suponía la educación en casa ya que ella tenía que trabajar. "Lloró. Hablamos y parecía un poco mejor", ha narrado Holmes, que tras esa conversación se fue a trabajar.
Riley se quedó solo en casa mientras ella se iba a trabajar y, a su regreso, alrededor de las cuatro de la tarde, lo encontró inconsciente y frío al tacto en su habitación, por lo que llamó a emergencias, que solo pudo certificar su muerte. La autopsia confirmó que la causa de su muerte fue la asfixia por ahorcamiento.
La inspectora detective a cargo del caso, Charlotte Heath, ha expuesto que el menor había intentado escaparse de casa julio de 2019 debido al acoso que sufría en la escuela, pero que fue encontrado poco después. Las autoridades han entrevistado a casi 30 niños que conocían a Riley, que confirmaron el acoso que sufría y que se debía a su orientación sexual. La situación llegó a tal extremo que el niño había llegado a autolesionarse e incluso habría intentad ahorcarse con anterioridad, según reveló un amigo suyo.
Otros compañeros reconocieron ante la policía que los que acosaban a Riley le llegaron a decir que deseaban que estuviera muerto y que "nos hicieran un favor a todos y les cortaran las venas". Finalmente, el pequeño Riley Hadley no aguantó más la situación y decidió poner fin a su vida ante el odio ,acoso y la homofobia que sufría.