Ellis Tripp, un menor de Worcester (Reino Unido), ha sufrido dos cirugías de emergencia y se encuentra en estado crítico por intentar uno de los retos que más triunfan en la red social Tok Tok. El menor de 11 años tragó cinco bolas magnéticas como parte del desafío viral, consistente en colocarse dichas bolas a ambos lados de la lengua con el objetivo de simular ante la cámara la realización de un piercing.
El niño se tragó los imanes y no se sintió bien durante una semana, antes de que le llevaran a practicar una cirugía. Los médicos pudieron comprobar que tenía el apéndice reventado como consecuencia de todo lo sucedido, según relata Daily Mail.
Los médicos se sorprendieron al descubrir que su apéndice estaba bien, pero que la causa real de lo que le estaba sucediendo eran los imanes. No está claro cómo se tragó las bolas: los padres reiteran que no tenía acceso a ellas ni a Tok Tok.
El joven fue trasladado de urgencia al hospital infantil de Birmingham para que le retiraran tres de las bolas magnéticas. Luego, sufrió otra operación de seis horas para extraer parte de su intestino, donde se extrajeron los dos últimos imanes.
"La locura de Tik Tok"
Su madre, Amy Clarke, de 31 años, ha instado a otros padres a deshacerse de este tipo de bolas magnéticas, y ha criticado que la "locura de Tik Tok le habría matado si se hubieran quedado más tiempo en el interior de su cuerpo".
Amy afirma que su hijo "ha estado gravemente enfermo" y que, por todo lo sucedido, "estoy viviendo una pesadilla". Y destaca: "Las perlas magnéticas son mortales si se ingieren. Incluso las que tienen en los entornos educativos, de cuidado infantil para que los niños jueguen. ¡Destrúyelas!".
La abuela de Ellis, Sue Davies, de 50 años, reveló que los profesores de la escuela de Ellis se habían encontrado imanes en el poder de otros alumnos durante una búsqueda accidental. También, que los cirujanos se habían mostrado preocupados en que fuera el quinto niño en ingerir dicho tipo de imanes.
El domingo, Sue dijo que el pequeño todavía estaba "conectado a tubos y cables" mientras que su cuerpo trataba de combatir la infección. "Está gravemente enfermo. Dos cirugías importantes en unos pocos días no son buenas para nadie, y mucho menos para un niño. Estoy absolutamente destrozada, es un momento muy preocupante", se ha lamentado.