El relato de una niña de tan solo 12 años, procedente de Guinea Conakri, ha dejado helados a los miembros de los servicios de emergencia que atienden a la última de las pateras que ha llegado al sur de Gran Canaria.
Su hermano, de nueve años, falleció unas horas antes, mientras estaban perdidos en el Atlántico y sus compañeros de travesía arrojaron su cuerpo al mar. La Guardamar Talía, de Salvamento Marítimo, ha regresado durante la madrugada del sábado al puerto de Arguineguín con una patera poco habitual, formada en su mayoría por mujeres: 21 de 31 ocupantes, entre ellos una niña y una joven embarazada.
Los ocupantes de la barquilla, procedentes de África subsahariana, han asegurado que llevaban cinco días en el mar cuando los encontró un avión de Salvamento Marítimo, unos 160 kilómetros al sur de la isla. Su estado de salud lo acreditaba, de hecho, la mayoría no era capaz de orientarse ni caminar sin ayuda cuando ha descendido al muelle y varios han necesitado ayuda urgente y asistencia en camilla; dos de ellos asistencia en el hospital directamente.
Uno de los equipos de emergencia ha relatado la escena: tienen a una mujer sedada en el muelle, soportando una auténtica crisis de ansiedad, llorando inconsolablemente. Junto a ella viaja una niña de doce años de edad. Es su hija y ha contado a los voluntarios de Cruz Roja y los sanitarios la muerte de su hermano de nueve años: se fue apagando poco a poco en el océano y murió el pasado miércoles, hasta que fue arrojado al mar.
La Cruz Roja, que prefiere no ahondar más en la historia, cuenta que la niña relata lo sucedido, pero a la vez se encuentra en un serio estado de conmoción por todo lo que ha tenido que soportar a tan tienda edad. Con ella han llegado otros dos menores, dos niños de entre ocho y nueve años. También, junto a ellos, una embarazada, en situación delicada. Ella ha salido enseguida en una ambulancia rumbo al Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria.
Los cálculos mínimos cifran 600 muertos en la ruta canaria durante 2020
Es complicado conseguir datos sobre la ruta canaria por las circunstancias, pero los cálculos mínimos que hace la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas sitúan en 600 muertos durante el año 2020. Este número se eleva a más de 1.000 por parte de otras organizaciones como Cruz Roja o Caminando Fronteras.
Solo en los 15 días que han transcurrido de 2021, han muerto en las costas de las Islas Canarias o llegado muertos a ellas siete personas migrantes. El niño al que sus compañeros arrojaron por la borda hace 24 horas, ante su fallecimiento ya producido, eleva ya la cuenta a ocho.
