Fue un icono contra la guerra. El fotógrafo Nick Ut la retrató de niña con la ropa deshecha por el napalm, una bomba incendiaria empleada durante la II Guerra Mundial. Tras aquel suceso, del que prácticamente no sobrevive -precisó de múltiples intervenciones-, había perdido completamente la sensibilidad en la piel.
Pero Phuc, cuyo nombre en español significa "Felicidad", sobrevivió. Y 44 años después de aquella tragedia, esta abuela que ahora vive en Canadá puede estar de enhorabuena: ha recuperado prácticamente toda la sensibilidad en su piel, una de las secuelas que más le habían afectado: "En algunas zonas, mi piel es suave, ¡es bella!", ha asegurado esta mujer de 53 años, según relata al periódico 'Miami Herald'.
'Napalm Girl' from the Vietnam War era gets final skin-healing laser treatment https://t.co/tDrGxegCE1 Via @harrisalexcpic.twitter.com/G8cz7mk4Gb
? Miami Herald (@MiamiHerald) 8 de enero de 2017
Quien le ha ayudado a cumplir este sueño es la doctora Jill Waybell, especializada en tratamientos con tecnología láser. Para ello, Waybell ha empleado una novedosa técnica gracias a la cual ha conseguido acabar con la piel cicatrizada y regenerarla, recuperando poco a poco la sensibilidad al tacto: "Nunca pensé que un día mis heridas podrían curarse y olvidar el dolor", ha asegurado.
Phuc, que pensaba que nunca podría deshacerse de sus heridas -que constantemente le hacían revivir el horror que sufrió aquel día-, se siente afortunada: ahora es capaz de sentir las caricias de su nieto. Y todo, gracias a la buena voluntad de la especialista que, a pesar de cobrar hasta 1500 euros por sesión, decidió atender de manera gratuita a Phuc y permitirle, por fin, dejar atrás el horror de la guerra.