Ellie-May, una niña de cinco años, ha fallecido a causa de una grave y simple negligencia médica. Según relata la madre de la pequeña, la médico de familia, la doctora Rowe, se negó a atenderla porque llegaron cuatro minutos tarde a la cita. Esa misma noche, la menor moría de un ataque de asma.
Según ha relatado Mail on Sunday, el informe del caso establece que la negativa de la doctora Rowe de ver a Ellie-May fue la "causa principal" de su muerte, pues "no hizo ningún diagnóstico clínico de emergencias antes de rechazar verla", ni tampoco dio "ningún consejo de seguridad".
La doctora se ha defendido argumentando que en el momento de la cita estaba en mitad de la consulta con otro paciente, pero según ha confirmado la clínica, Rowe no tenía ningún paciente más inscrito. Así mismo, otro de los doctores apunta a que la mujer obró negligentemente, pues no se puede anular las citas de urgencias.
Seguirá ejerciendo la medicina
El Consejo Médico General ha realizado una audiencia a puerta cerrada para valorar el caso de la doctora. Normalmente, las audiencias son de dominio público, pero se pueden celebrar en privado cuando la parte acusada acepta un castigo previo. De esta manera, Rowe seguirá ejerciendo la medicina después de recibir una advertencia por escrito y prometer que no volverá a repetir lo sucedido.
Por su parte, la abuela de la pequeña se lamenta: "nunca recibimos una disculpa de la doctora Rowe, que se fue dando una palmada a su muñeca después de que su actitud matara a nuestra preciosa niña".