Los vecinos del condado de Merthyr Tydfil, Aberfan (Gales), están atravesando unos días un tanto grises por un triste suceso. Una niña de cuatro años, Sienna Rasul, vecina de la localidad, estuvo en el corredor de la muerte por probarse unos zapatos descalza. Este hecho le ha producido una grave infección que a los médicos ha resultado complicada de controlar.
Todo comenzó cuando Jodie Thomas, de 26 años, llevó a su hija a probarse unos zapatos que utilizaría durante el curso escolar. Una situación muy común que estamos acostumbrados a ver cada año a principios del mes de septiembre. Al encontrarnos aún en temporada estival, también hace calor en el Reino Unido y por tanto, la niña acudió a un centro comercial en Cardiff con unas sandalias, sin calcetines. Iba en busca de los mocasines perfectos para su uniforme escolar. Sin embargo, poco después de regresar a casa y haberse probado numerosos pares de zapatos, empezó a encontrarse mal y un dolor incesable se apoderó de su cuerpo.
La pequeña no podía parar de llorar, por lo que sus progenitores la llevaron al hospital más cercano para que examinaran el caso. Una vez allí, los especialistas diagnosticaron que se trataba de septicemia, una peligrosa infección que pudo haber contraído por una herida en su pie que ya estuviera abierta, debido al roce o corte con alguna superficie o material. Cuando los médicos detectaron su extensión, procedieron a mostrárselo a Jodie, que pudo observar cómo había alcanzado también la pierna.
"Su temperatura era muy alta. Me dijeron que era sepsis y que tendrían que operarla", comentó a Daily News. Finalmente, la operación en quirófano no se materializó debido a que pudieron eliminar los agentes infecciosos de la herida y aplicarle antibióticos para hacer desaparecer completamente la infección.
Siempre, con un par de calcetines en el bolso
Lo más sorprendente para Thomas fue conocer que su hija se había contagiado de esta extraña afección por probarse alguno de los pares de zapatos que habían encontrado en las tiendas que visitaron. Además, achaca a que los zapatos que le gustaron a Siena eran comunes y populares entre niñas de su edad, por lo que el contagio se pudo dar porque otras se los habían probado.
"A los padres que hacen las compras para regresar al cole, les aconsejo que se lleven un par de calcetines y siempre, tened mucho cuidado con vuestros hijos, porque no nos podemos despistar", advierte ante la crítica situación vivida junto a su hija.
El doctor Ron Daniels, director ejecutivo de Sepsis Trust en Reino Unido, pretende crear conciencia con el caso de Rasul, ya que "la sepsis ataca indiscriminadamente y puede afectar a cualquier persona en cualquier momento". Como enfermedad mortal que ya ha afectado a miles de personas en el mundo, está seguro de que Sienna ya tenía una pequeña brecha, un rasguño o una picadura en el pie. "Siempre que haya signos de infección, es crucial que se busque atención médica con urgencia y nos preguntemos si podría tratarse de sepsis", comenta, explicando que "una mejor conciencia podría salvar miles de vidas cada año".