Dos residentes de McKeesport, Pensilvania, han sido hayados muertos en su domicilio después de que la hija de ambos alertara en el colegio que no podía despertar a sus padres.
La pequeña se dirigía a su casa cuando le comentó al conductor de su autobús escolar que no quería ir a casa porque sus padres llevaban sin moverse durante más de dos días y que habían cambiado de color. El conductor del vehículo se apresuró en informar a los oficiales del distrito para que se asegurasen del bienestar de la vivienda.
Cuando policía llegó a la casa sobre las cinco de la tarde, los oficiales encontraron a la pareja muerta. Ambos presentaban indicios de consumo de estupefacientes y todo apunta a que la causa de la muerte puede ser una sobredosis, aunque la versión está por confirmar.
Cuatro niños huérfanos
La pareja tenía cuatro hijos, un bebé de nueves meses y tres niños de tres, cinco y siete años. Esta última fue quien dio la alarma al conductor del autobús. Dos de los pequeños se encontraban en casa en el momento en el que los cuerpos de los padres fueron hayados.
Los menores fueron trasladados al hospital local donde han sido evaluados. En estos momentos se encuentran en manos de los Servicios Sociales del distrito. Se desconoce el estado en el que se encuentran los pequeños puesto que no está permitido transmitir ninguna información de cualquier familia o niño que se encuentre en manos de los Servicios Sociales.
Los fallecidos han sido identificados como Christopher Dilly, de 26 años, y Jessica Lally, de 25. El departamento de policía ha notificado que la casusa y la manera de la muerte están pendientes de ser verificadas con un examen de toxicología, según informa abc News.