Una niña de 22 meses fue encontrada viva después de haber pasado cuatro días en un bosque ruso. Lyuda Kuzina desapareció de su vivienda en el oeste de Moscú, lo que había provocado una búsqueda que contó con un operativo de miles de personas.
La niña no tenía comida ni agua. Muchos presagiaron el peor desenlace ante las dificultades en las que se encontraba la menor. Pero nada más lejos de la realidad: la pequeña sobrevivió. Un grupo la encontró cubierta de picaduras de insectos después de oírla chillar.
"Dice que nunca volverá a huir" ha asegurado su madre. "Aunque no tengo ni idea de cuánto tiempo recordará esa promesa. Pero al menos lo dice", asegura Antonina Kuzina en declaraciones al diario Komsomolskaya Pravda.
Gran despliegue
La búsqueda de la menor había originado un fuerte despliegue en la zona para dar con su paradero cuanto antes. En él, se juntaron 400 voluntarios locales y policías que registraron todo el área señalada. Los buzos comprobaron los embalses cercanos sin hallar nada. Hasta que, finalmente, cuatro días después, uno de los grupos de búsqueda se detuvo a descansar y escuchó un ruido.
"los voluntarios me dijeron que no había estado lejos del lugar del primer día. Fue al cuarto día cuando escucharon un chillido y la encontraron debajo de un árbol", relata la madre de la menor, que por fin ha recuperado a su hija.
