Hailey Linburgh, una niña de doce años, jugaba con su perro en el jardín de su casa en Utah (EEUU) cuando el pequeño yorkshire se escapó al jardín del vecino, donde este estaba podando. El perrito se acercó al hombre quien, sin motivo aparente, lo golpeó con sus tijeras de podar, matándolo al instante, como recoge The Mirror.
La niña corrió dentro de casa a avisar a su madre, Nancy, de lo que había pasado, diciendo que su vecino había "matado a Chewy". La mujer salió inmediatamente a pedir explicaciones al vecino, quien dijo que había golpeado al animal porque temía por la seguridad de sus perros. Estos perros se encontraban en una zona vallada, por lo que no había ninguna razón para que actuara de una forma tan violenta.
La policía local ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido, pero todavía no ha realizado ninguna detención. Están intentando dilucidar si la intención del hombre era matar al perro y para ello siguen buscando a otros posibles testigos de los hechos.
El pequeño yorkshire, Chewy, llevaba en la familia de Hailey seis años y para la menor ha sido una experiencia absolutamente traumática, según su madre.
Otros casos de brutalidad animal
Recientemente nos llegaba la noticia de que unos jóvenes turcos habían atacado a un cachorro y lo habían sumergido en pegamento, lo que estuvo a punto de provocarle la muerte. Por suerte, una protectora turca encontró al animal e hizo grandes esfuerzos por salvarle la vida. El perro sobrevivió, pero quedó traumatizado por la horrible experiencia.
Y ni siquiera hay que salir de España para encontrar a auténticos desalmados: conocíamos lo que había pasado en el juicio a la mujer acusada de exterminar a más de 2.200 gatos y perros en Málaga. Pese a que la mujer lo negó todo, varios testigos afirmaron que lo que pasaba en el Parque Animal de Torremolinos eran auténticas matanzas.
En casos de maltrato animal solo nos queda confiar en la justicia para que estos horribles actos no queden impunes.