Nieves Herrero, una conocida periodista española, ha contado para el medio Público los abusos sexuales que vivió cuando tenía entre tres y cinco años. "Dicen que no se tiene memoria y conciencia de las cosas hasta los cinco años, pero yo recuerdo todo aquello perfectamente", comienza. "El cerebro no te engaña y te lo recuerda. Hasta prefieres olvidarlo para evitar el daño".
El testimonio de Herrero para este medio ha sido sobrecogedor, puesto que ella no ha querido irse por las ramas: ha querido mostrar el abuso sexual en toda su crudeza, sin esconder el daño real que hace. El agresor era un amigo de sus padres que, como ella misma dice, "dejó de serlo en cuanto mis padres se enteraron". Ella tenía entre tres y cinco años, no lo recuerda exactamente, pero sí recuerda "sus manos y sus cosquillas. Sus cosquillas que no tenían que existir porque llegaban donde no tenían que llegar. Eran manos de plomo, manos que pesan. Desde entonces siento que hay manos de plomo que pesan en el alma".
Le marcó la vida
"No hay derecho a que lo más bello del mundo, que es ser niña, te lo estropeen de esa forma", explica Herrero. Ella no era capaz de comprender absolutamente nada de lo que pasaba, pero se sentía incómoda incluso a tan temprana edad. "Por eso me escondía cada vez que venía a casa. No quería estar con él. Él me decía que no lo contara a nadie. Que era nuestro secreto". Pero ella no se mantuvo en secreto, sino que lo compartió con sus padres, y ahí acabó su tortura. "Por supuesto sacaron a ese hombre de mi vida, de nuestras vidas, de inmediato. Aún así me decían que cómo me acordaba, con lo pequeñita que era", continúa.
Pese a ser tan joven cuando todo sucedió, apenas una niña, ese suceso condicionó la vida de Herrero. Cuando un hombre se acercaba a ella, era incapaz de sentirse cómoda. "Me acordaba de él y reaccionaba así. Me convertí en una desconfiada. No soporto cuando me cogen y noto ciertas intenciones", narra ella, dando así voz a otras tantas víctimas de abusos sexuales que deben vivir con ello durante toda su vida.