Vergonzoso suceso el acontecido este fin de semana en Murcia. Un grupo de neonazis irrumpía durante la manifestación del Orgullo LGTBI celebrado en la capital regional y han reventado la concentración después de agredir a los manifestantes con los estandartes de las banderas que portaban.
Los afectados ahora reclaman responsabilidades, por lo que han pedido la dimisión del Delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solis, a quien acusan de mala praxis por haber permitido una concentración de la extrema derecha en el mismo instante en el que se estaba celebrando una concentración por los derechos de las personas homosexuales en la misma ciudad.
Los grupos de la oposición y las asociaciones proLGTBI ya habían reclamado a Sánchez que pospusiera la concentración neonazi para los próximos días, ante la gran probabilidad de que se registrasen disturbios en la zona. El Delegado desoyó sus peticiones y se limitó a trasladar la manifestación nazi unas calles.
El resultado: varios heridos y un mensaje muy claro: en Murcia no hay libertad para manifestarse si eres del colectivo LGTBI y quieres reivindicar tus derechos.
Estos son los agresores del Orgullo de Murcia dejados por Delegación de Gobierno y escoltados por la policia pic.twitter.com/H82Zchk7CR
? juan carlos mohr (@juancarlosmohr) 18 de junio de 2017
La vergonzosa actuación de la Policía Naciona se limitó a realizar controles al azar a aquellas personas que acudieron a la manifestación LGTBI. De hecho, el diputado de Unidos Podemos, Javier Sánchez Serna, fue sancionado por no portar el DNI encima.
Por el contrario, en la concentración neonazi no hubo ningún tipo de control ni de presencia policial: pudieron campar completamente a sus anchas, a pesar de las advertencias que reclamaban que fueran controlados por el peligro de que se desviaran del camino y agrediesen a los manifestantes del Orgullo.
La asociación municipal Cambiemos Murcia ha denunciado todos estos hechos en un comunicado: "No sólo se da permiso a una manifestación de un grupo violento, sino que además se la deja sin presencia policial y se acosa a quienes expresan libremente sus derechos".
Los relatos de lo que sucedió en la zona dan buena muestra del caos y del peligro que vivieron los congregados. M.S. de 23 años, lo contó así en declaraciones a El Diario: "Fue muy rápido. De pronto les dieron la vuelta a las banderas de España y empezaron a golpearnos con la base. A mí me han dado varios golpes en la espalda y le pegaron a cuatro o cinco personas más de mi grupo. También vi cómo tiraban al suelo a una chica de 15 años".
Todos los que se encontraban en esta concentración afirmaban que tenían miedo ante la posibilidad de que las agresiones se repitiesen: "Tengo miedo de separarme del grupo porque creo que están merodeando la plaza".
El delegado del Gobierno aún no se ha pronunciado sobre estos hechos, aunque las voces que están reclamando su dimisión suenan cada vez más alto, ya que tanto colectivos como asociaciones quieren que la agresión, que se podría haber evitado, no termine sin consecuencias.
Por cierto, los agresores ahora afirman en redes sociales que las víctimas son ellos y reclaman una compensación por todo lo sucedido. El mundo al revés.