Catorce militantes neonazis, entre los que se encuentra el líder de Democracia Nacional en Cataluña, Alberto Bruguera, han aceptado penas de hasta dos años y medio de prisión por el ataque contra una mezquita en El Barrio de Nou Barris, en Barcelona.
Con esta pena, finalmente, evitarán ir a la cárcel, después de un pacto con las acusaciones. La condena llega desde la sección décima de la Audiencia de Barcelona, con penas entre un año y dos años y medio, a los catorce acusados, además de otro procesado declarado en rebeldía, por haber hostigado a la comunidad islámica de Nou Barris, un distrito en el que ni siquiera residen.
El tribunal acuerda suspender la entrada en prisión de los acusados, con la condición de pagar las indemnizaciones pendientes para la comunidad islámica de la zona, así como seguir un curso sobre igualdad y aceptación de la diversidad que los procesados han escuchado desde el banquillo entre burlas y reprobación.
Hasta diez años de cárcel
La Fiscalñia de Delitos de Odio había pedido hasta diez años de cárcel por delitos de coacciones, amenazas graves, lesiones y contra los derechos fundamentales. La acusación popular ejercida por el Ayuntamiento de Barcelona ha pactado con las defensas que los investigados reconozcan los hechos y paguen las indemnizaciones correspondientes.
Los procesados finalmente han aceptado los delitos imputados. La mayor pena se ha impuesto al líder de Democracia Nacional en Cataluña, Alberto Bruguera.
En el escrito de la Fiscalía, aceptado por los acusados, se señala que, entre 2017 y 2019, se hostigó a la comunidad musulmana de Nou Barris con ataques en la mezquita de la calle Japón y pintadas de carácter islamófobo, restos de embutidos de cerdo y heces de perro en la puerta y silicona en la cerradura.
Los argumentos de la Fiscalía
La Fiscalía vincula esta campaña con la estrategia que emprende la extrema derecha en Europa y cómo se intensificó en Cataluña después de los atentados de Barcelona y Cambris del 17-A, intensificando una ola islamofobia creando una "supuesta amenaza sobre la inmigración musulmana, los refugiados y el islam para la identidad nacional y la idea de Europa y Occidente en general".
La Fiscalía explicaba que la ultraderecha emplea "la injerencia en conflictos vecinales contra la apertura de nuevos centros de culto islámico", como la mezquita de la calle Japón de Nou Barris, al igual que había sucedido en otros casos donde se reúnen personas para realizar el culto musulmán.
Los procesados aprovecharon "de forma oportunista" las protestas de un sector de los vecinos en Nou Barris, donde ni siquiera vivían, explicaba la Fiscalía. Estaban coordinados por el líder de Democracia Nacional en Cataluña, Alberto Bruguera.
Los ultras acudían a realizar "cacerolas" contra este centro de culto y "manipulaban políticamente" a los vecinos para alimentar "prejuicios y estereotipos" contra las personas musulmanas y generar "rechazo, odio y hostilidad" contra ellas.
Además, el fiscal explica que intentaban "amedrentar a la comunidad islámica del barrio" y "perturbar" el oratorio, por lo que pegaban adhesivos con lemas en la fachada y hacían pintadas con lemas xenófobos como "seis millones de parados, seis millones de inmigrantes a su casa" o "stop islamización Europa".
Este grupo agredió a los vecinos de la asociación Nou Barris Acull en marzo de 2017, que habían acudido a la mezquita para apoyar a la comunidad musulmana.