Pese a que, seis meses atrás, Rajoy dijo que nunca iría a una sesión de investidura sin apoyos suficientes -a la vez que reprobaba a Sánchez por hacerlo-, la semana pasada el Congreso de los Diputados regaló un doble 'no' al Presidente en funciones. Se trata de una dura derrota que, sin embargo, podría no costarle rédito electoral.
Dura no solo por los 180 'noes' que ha recibido, sino también por la poca seguridad con la que le ha apoyado su socio más fuerte: Ciudadanos. Y es que, tras unos días en los que desde Ciudadanos se levantaban dudas en público sobre la ideonidad de Rajoy como candidato, el pasado viernes presenciábamos cómo, desde la tribuna, Rafael Hernando abroncaba a Albert Rivera. Primero, por haber señalado que el PP "bloqueó" la investidura de Sánchez la pasada legislatura y, después, por haber defendido que "había que buscar un candidato de consenso". Entre el habitual tono macarra del portavoz populary los aspavientos que dibujaba con las manos Rivera desde su asiento, no parecía que conservadores y liberales fueran a votar lo mismo unos minutos después. De hecho, el líder naranjase llevó un mayor rapapolvo que Pedro Sánchez e, incluso, que Pablo Iglesias, con quien ya se había despachado Hernando 48 horas atrás.
Sánchez, de hecho, fue el 'niño mimado' de la jornada, pues absolutamente todos le apelaron.
- El PP para pedirle, una vez más, que fuera el socio perfecto por la gobernabilidad de España. De hecho, Mariano Rajoy agotó más de la mitad de su intervención apelando al candidato socialista.
- Ciudadanos para recriminar el bloqueo a un "gobierno constitucionalista" para España, como ya había hecho el PP en la anterior legislatura. Es curioso, sin embargo, que Albert Rivera fuera más crítico con Sánchez que el propio Rajoy, quien pareció querer adularle, para, de este modo, justificar que había hecho todo lo posible.
- Unidos Podemos, en boca de un Pablo Iglesias muy belicoso, señaló que Sánchez, "quien había cosechado los dos peores resultados de la historia del PSOE", tenía delante de sí la que quizás fuera su "última oportunidad de encabezar un gobierno decente".
- Incluso Gabrel Rufián, de Esquerra Republicana, y Fransesc Homs, de CDC, quisieron tentar al líder del PSOE. El primero, para pedirle valentía y proponerle la disyuntiva "urnas o más PP"; el segundo, en un tono similar, para decirle que están dispuestos a negociar y a hablar "de democracia y de Cataluña".
¿Qué opciones quedan a partir de ahora?
El reloj comienza a contar y el 31 de octubre termina el plazo para formar Gobierno. En estos dos meses que quedan se abren estas posibilidades:
1 Nueva búsqueda de apoyos de Mariano Rajoy
Esta sin duda sería la alternativa menos plausible. Mariano Rajoy, poco dado a poner los focos en él, ya ha fracasado en dos ocasiones a la hora de conformar gobierno, por lo que fracasar otras dos veces más solo podría dejarle en evidencia. Además, con los acuerdos que llegó con Ciudadanos y Coalición Canaria, tiene el escenario perfecto para culpar al PSOE por no dejar gobernar al partido más votado, por segunda vez consecutiva.
Por otro lado, unas futuribles terceras elecciones reducirían la participación, lo cual frenaría a los nuevos partidos, a la vez que el PP saldría victorioso por tercera vez en un año. Por si todo ello fuera poco, las tensas relaciones con Ciudadanos podrían incluso desembocar en una ruptura del pacto que habían conseguido firmar -tal y como Rivera anunció en su intervención-, y las durísimas palabras de Sánchez a Rajoy (al que ha calificado estos días de incoherente, mal gobernante, pasivo ante la corrupción, irresponsable, mentiroso e indigno de confianza) hacen casi imposible que el PSOE rectifique en su postura, pese al debate que sigue abierto en el seno de los de Ferraz.
2 Intento de Sánchez de conformar un 'gobierno de cambio'
Tras las declaraciones de los líderes del PSOE parecía una alternativa ya obsoleta, pues, como reprocharon a Iglesias, hubo un intento y no se logró. Sin embargo, tras el fracaso de Rajoy, el líder de los socialistas ha abierto la puerta a un gobierno alternativo. Para ello, el PSOE tendría que aprobar un plebiscito en Cataluña que podría desembocar en la ya famosa 'desconexión' de España, pues sin el apoyo de Esquerra Republicana y CDC necesitarían de una abstención de Ciudadanos. Estos, pese a la animadversión que han mostrado a Rajoy y el momento de tensión que vive su corta fraternidad con el PP, sería prácticamente imposible que avalaran un gobierno que incluyera, de una forma u otra, a Podemos e Izquierda Unida. Sin embargo, un gobierno en solitario del PSOE sí podría contar con los votos favorables de Ciudadanos y Unidos Podemos, de forma que no haría falta un acuerdo con los partidos independentistas. Aunque, con ello, la legislatura a la que tendría que hacer frente Pedro Sánchez sería de una extrema complejidad y, además, previsiblemente corta, dado que solo cuenta con 85 diputados.
3 Terceras elecciones
El monstruo que ronda a Unidos Podemos y a Ciudadanos. Ni unos ni otros ven con buenos ojos unas nuevas elecciones que devolverían a sus casas a quienes se reconectaron a la política con la aparición de nuevos actores y que, tras el nuevo fracaso, se sentirían, de nuevo, desengañados. Quien más opta por esta posibilidad es un Partido Popular seguro de que sus apoyos se incrementarían, pues los ciudadanos los verían como el único partido capaz de sacar a España del bloqueo. Por su parte, el PSOE mira con recelo esta posibilidad: sabe que puede afianzar, de nuevo, el bipartidismo, pero también existe la opción de que, esta vez sí, el sorpassode Unidos Podemos se culmine con el hundimiento de los socialistas, de lo que no quieren hablar oír los socialistas.
Citas que pueden condicionar el futuro de esta legislatura
Las tres opciones que aún son posibles, sin embargo, dependen en gran medida de otras tres citas que quedan por darse a finales de este mes.
20-S Moción de confianza de Puigdemont y nueva piedra en la 'desconexión' de Cataluña
El 20 de septiembre se vota en el Parlament la ley de Hacienda Catalana, la segunda 'ley de desconexión' que presumiblemente se aprobará debido a la mayoría absoluta independentista en el hemiciclo catalán. A su vez, el 28 de ese mismo mes, Puigdemont se presentará a una moción de confianza, lo cual podría conducir a un fortalecimiento del proyecto soberanista o a unas nuevas elecciones en Cataluña. Ambas afectarían a Madrid y, sobre todo, a la relación que podría establecer el PSOE con ERC y PDC (antiguo CDC) para frenar los planes unilaterales de independencia.
25-S Elecciones vascas y gallegas
Pese a que Aitor Esteban (PNV) dijera hoy en repetidas ocasiones que lo que ocurra tras el 25-S, cuando vascos y gallegos eligen su Gobierno autonómico, es independiente de lo que votarán para el Gobierno central, es evidente que hay mucho en juego en ambas comunidades autónomas y que lo que allí ocurra podría condicionar el futuro de Madrid.
En Galicia los sondeos dan una abultada victoria al PP pero difieren en si conseguirá la mayoría absoluta que ostenta ahora mismo Núñez Feijóo. De no ser así, y debido al papel insignificante de Ciudadanos en tierras gallegas, podría darse una mayoría absoluta del bloque PSOE - En Marea - BNG, que quitaría la Xunta de manos populares. Esto podría desencallar las negociaciones entre Unidos Podemos y PSOE en Madrid.
Otro apoyo que podría sumar Sánchez sería el del PNV en el caso de que los nacionalistas vascos necesitaran del PSE para lograr mantener a Urkullu como lehendakari, aunque las últimas encuestas -del mes de junio- revelan que sería necesario el apoyo de Unidos Podemos, tras una debacle del PSOE en Euskadi.
30-S Fin del plazo de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado
El 30 de septiembre finaliza el plazo para aprobar los PGE, una de las bazas que ha utilizado el PP para formar gobierno. De no votarse, se prorrogarían automáticamente y la UE nos sancionaría con más de 6.000 millones de euros, por lo que los populares han instado a lograr un gobierno estable que, para entonces, pudiera asegurar la aprobación de los presupuestos.
Sin embargo, Pedro Sánchez ha señalado en el segundo debate de investidura que el PP puede presentar unos presupuestos que el PSOE apoyaría; de no hacerlo, y según palabras del líder socialista, sería el PSOE quien lo haría.
Ahora, atendiendo a los posibles escenarios y sus condicionantes, tocan las apuestas:¿Habrá terceras elecciones? Lo sabremos, como tarde, el 31 de octubre.
