Unos 50 años después de que el hombre pisara la Luna y después de que más de 500 personas hayan emprendido misiones en el espacio, seguimos hablando exclusivamente de 'hombres', y es que menos del 11% de esos equipos han estado conformados por mujeres.
Anna McClain y Cristina Kooch estaban ahora embarcarse en un paseo espacial que tenía como misión instalar unas baterías de iones de litio que mejoraran el suministro de energía del laboratorio.
Sin embargo, una de las dos astronautas permanecerá finalmente en Tierra, y el motivo es, cuanto menos, sorprendente. La NASA cuenta únicamente con un traje de la talla mediana preparado para la misión, por lo que Anne McClain será reemplazada por un hombre, su compañero Nick Hague.
El argumento de la NASA quizás no resultaría tan sorprendente en los años noventa, cuando se preparaban para enviar a la primera mujer, Sally Ride, al espacio y le preguntaron si le bastarían 100 tampones o cómo orinaba una mujer para poder diseñar su traje. Sin embargo, casi 30 años después, se espera que una institución del calibre de la NASA haya aprendido ciertas cosas sobre la integración de las mujeres en sus equipos. Parece que no.
Adiós al hito de la misión femenina que buscaba la NASA
Durante el paseo espacial de prueba que realizó una semana antes, McClain se dio cuenta de que la talla mediana le ajustaba mejor la parte de arriba, y por tanto, sería más apropiada para la misión. Pero no había traje para ella.
El hecho de que la NASA no cuente con los trajes que suelen ser más utilizados por las mujeres no deja de ser un signo, aunque en menor medida, de la discriminación que sufren las mujeres desde que en 2014 Elena Serova, enviada a la Estación Espacial Internacional, tuviera que escuchar únicamente preguntas sobre su maquillaje y su peinado.
Por su parte, la portavoz de la NASA, Stephanie Shierholz, quiso aclarar que sí cuentan con dos trajes de talla mediana, pero únicamente uno de ellos estaba correctamente acondicionado para la misión. "Cuando tienes la opción de cambiar a la gente, la misión se vuelve más importante que un hito genial".
Este fallo de logística en la NASA pone para muchos de manifiesto una falta de inclusión real de las mujeres en la agencia, en un momento en el que pretendían marcar un antes y un después con el primer paseo espacial realizado exclusivamente por mujeres, precisamente en un momento en el que el feminismo está muy presente y se reivindica más que nunca la igualdad.