La noticia corría como la pólvora por las redes sociales. Un ultra del Betis agredía a un joven en la Plaza Nueva de Bilbao al grito de "Arriba España" mientras que su víctima se limitaba a leer un periódico en una terraza. A pesar de que el agredido no ha denunciado los hechos, la viralización del vídeo ha llevado a actuar a la Fiscalía de oficio.
Ahora que Manuel Herrera Perejón, como se llama el agresor, ha acudido a los juzgados para declarar por lo sucedido, hemos podido conocer su historial. Y no es precisamente halagüeño:
Herrera ha mantenido una prolífica carrera vinculado a organizaciones filonazis y de extrema derecha. Muestra de ello son los tatuajes con los que cuenta a lo largo de su cuerpo, como 'A.H.T.R.', que significa "Adolf Hitler tiene razon". Sus cuentas en redes sociales, que ya han sido clausuradas por orden judicial, son todo un alarde a su ideología extremista, sus músculos, sus coches de alta gama y una cierta idea de superioridad y de no temer a nadie.
Manuel Herrera, de quien ha renegado hasta su propio equipo de fútbol, el Betis (quien ha condenado la agresión), ha pertenecido al grupo de ultraderecha Brutal Band, que ha sido vinculado de manera constante a otros grupos de la misma ideología que utilizan el fútbol como pretexto para ejercer violencia contra el diferente.
A diferencia de lo que sucedió en Alsasua (donde la justicia impuso prisión para los condenados porque "su juventud aumentaba el riesgo de fuga"), Herrera ha sido puesto en libertad sin fianza. Sin embargo, su trayectoria demuestra que todo el revuelo originado no va a hacer cambiar su postura. Ha sido detenido hasta en 26 ocasiones, con delitos tan variados como homicidio en grado de tentativa o lesiones, pasando por atentados y extorsión. A pesar de ello, continúa en la calle sin ningún tipo de problema.
Muestra de su falta de arrepentimiento se encuenta en una grabación que recoge la web Sinfiltros: "me han felicitado por tener dos cojones bien puestos, por ir al Casco Viejo y pegar a todos los etarras que me he encontrado". Y sigue: "El maricón ese se lo merecía porque nos ha estado mirando y me río en vuestra puta cara". A pesar de que la grabación, en la que se reconoce la voz de Herrera ha visto la luz pública, la jueza ha considerado conveniente dejarle en libertad.
A pesar de contar con 26 detenciones, el agresor de ultraderecha puede estar tranquilo. En su historia solo aparecen dos antecedentes penales: uno por delito contra la seguridad vial y otro por lesiones. El resto de causas no han contado con consecuencias para él.
Una agresión homófoba que solo pagó con dos meses en prisión
Junto a todos los delitos por los que ha sido detenido Herrera, el que tuvo mayores consecuencias para él fue una agresión homófoba en la capital hispalense. En aquella detención se resistió e hicieron falta doce agentes para reducirle, tal y como han relatado los propios agentes de seguridad, que han destacado la extrema violencia del detenido.
Sin embargo, agredir a un joven por el hecho de ser homosexual y resistirse violentamente a los agentes de seguridad solo le costó una orden de prisión provisional de dos meses.
Tras todos estos sucesos, el juez consideró que lo conveniente era concederle la libertad, aunque decretó una orden de alejamiento respecto a la víctima que, sin dudarlo, se saltó. Los agentes de la Guardia Civil intentaron capturarlo por ello, y el ultra terminó dándose a la fuga en un vehículo con el que estuvo a punto de atropellar a un efectivo del instituto armado.
Tras todo este suceso, su coche apareció calcinado y tres días después los agentes le detuvieron en Matalascañas (Huelva) mientras veía tranquilamente un partido del Betis en un bar. Tuvieron que actuar hasta 30 agentes.
Después de comparecer ante un juez imputado por cuatro delitos (quebrantamiento de la medida de alejamiento de Sevilla, atentado a agente de la autoridad, daños y un delito contra la seguridad vial), el magistrado consideró que lo más conveniente era dejarle en libertad sin imponerle ningún tipo de fianza ni medidas cautelares.
Durante la huída de la Guardia Civil, Herrera pudo haber recibido un disparo. En redes sociales subió el vídeo retirándose la bala como una hazaña más que contar al mundo. Ahora, afirma que tiene la intención de denunciar al Instituto Armado por dicho suceso.
Mientras que lo hace, puede disfrutar de la libertad provisional con la que cuenta por esta nueva agresión en Bilbao. La jueza le ha prohibido usar sus redes sociales y le han prohibido entrar en Sevilla. Mientras tanto, continúa investigado por un posible delito de incitación al odio, agravado por su difusión en redes sociales. Habrá que esperar para comprobar si, en este caso, Manuel Herrera recibe un castigo ejemplar.
Y mientras todo esto sucede, su madre se muestra extrañada por "el ensañamiento" que ha recibido su hijo y dice que es "un niño bueno", mientras que afirma desconocer sus 27 antecedentes penales.