"Creo que soy un gato porque oigo y veo mejor en la oscuridad", declara Nano, una noruega de 21 años. No, no se trata de una broma. Según ella afirma, a los 16 años descubrió que "era un gato", aunque cree que nació así. Incluso, llega afirmar que ha "nacido en la especie equivocada". Quizás estamos ante la mismísima reencarnación de Catwoman.
La noruega explica que ella es un gato porque tiene los típicos comportamientos, sentimientos y actitudes de los mininos: le gusta arañar objetos e incluso perseguirlos, aunque no se los coma. Además, duerme enrolladita como un gatito, odia el agua, prefiere dormir en el alféizar de la ventana, le encanta jugar con su colita y, por último, entiende a los miembros de su especie.
Aunque según explica Nano, lleva sintiéndose gato desde sus primeros momentos de vida, no tomó la determinación de empezar a vestirse como un minino hasta los 16 años, cuando empezó a maquillarse la cara y, a los 18 años, ya comenzó a vestirse como un felino.
Los típicos comportamientos sentimientos y actitudes que los gatos
La chica comenta que realiza esta vida gatuna en la intimidad de su hogar, ya que mucha gente no comprende cómo puede decir que "es un gato". Aunque sus amigos dicen que hay reacciones "positiva y negativas" de la gente cuando se enteran del estilo de vida o sentimientos de su amiga. Sin embargo, afirma que "hay a gente a la que le gusta y se hacen fotos. Es bueno para ella comportarse tal y como es."
Ella confiesa que "se siente así (gato)" con mucho que diga su médico y psicólogo que "se le pasará medida que vaya creciendo". De hecho, tiene claro que esto no se le pasará (ser gato) nunca en la vida. Nano es un gato y jamás podrá negarlo.
