El Museo de arte de Haifa de Israel muestra en su exposición 'Bienes Sagrados', una colección de obras dedicadas a señalar la excesiva comercializacion de la sociedad moderna y cómo la religión se ha visto sometida ante la cultura del consumismo.
Con esta premisa, los artistas argentinos Pool Paolini y Marianela Perelli caracterizaron a los muñecos Barbie y Ken como la virgen María y Jesucristo. Pero esta no es la única obra de la exposición que compara iconos de la cultura pop con símbolos religiosos. El artista finlandés Jani Leinoden incluyó entre las piezas del museo una escultura del payaso Ronald McDonald, símbolo de la conocida cadena de comida rápida, crucificado.
La obra conocida como 'McJesús' llevaba expuesta desde agosto y no había suscitado ningún tipo de polémica hasta ahora. La comunidad cristiana de Israel se ha sentido ofendida por la escultura y ha organizado una protesta contra el museo que, según cuenta The Times of Israel, se tornó más violenta cuando las fuerzas policiales acudieron a proteger el museo. Los manifestantes consideran agresiva la actuación de las fuerzas policiales que dispersaron a la multitud con gases lacrimógenos. Las protestas se saldaron con un hombre detenido y tres policías heridos.
Los responsables del museo han opinado sobre esta polémica: "El museo del arte trabaja con dedicacion contra intentos como este, para que los israelies que aprecian el arte puedan continuar teniendo acceso al mismo". El director del museo, Nissim Tal, aboga por defender la libertad de expresión y, de momento, se ha limitado a anunciar que colocará un cartel en la entrada explicando que la exposición puede contener material ofensivo.
El autor de la obra se une a las protestas
Sin embargo, el propio autor de la obra, Jani Leinonen, no piensa lo mismo y ha solicitado al museo que retire inmediatamente su obra. El finlandés se ha unido al movimiento palestino 'Boicot, Desinversiones y Sanciones' (BDS), que propone presionar a Israel para que cambie sus políticas hacia los palestinos. Leinonen dice no querer perpetuar la discriminación de las minorías culturales y religiosas en Israel y que apuesta por defender los derechos de los palestinos. "Israel utiliza la cultura como una forma de propaganda para blanquear o justificar su régimen de ocupación, colonialismo y apartheid sobre el pueblo palestino" ha declarado el artista en The Jerusalem Post.
Por su parte, el ministro de cultura israelí, Miri Regev, ha pedido ya al director general de los museos de Haifa que elimine las obras polémicas.