Hasta ahora su dieta consistía en liposucciones y otras operaciones para librase de la grasa. Eso lo complementaba con falsos músculos como bíceps y abdominales diseñados con el bisturí. Ahora ha decidido intentar no pasar por el quirófano cada vez que le salga un michelín, quiere probar cómo es eso de ir al gimnasio, hacer ejercicio y mantener una dieta equilibrada.
Aunque sus metas no son del todo realistas, puesto que quiere perder 12kg en dos semanas, es un buen principio para un hombre acostumbrado a conseguirlo todo por la vía rápida. Con esto no quiero decir que la vía rápida sea siempre una mala opción, pero, en su caso, hasta sus médicos le han advertido de que su salud podría peligrar si sigue el ritmo que lleva de operaciones por año.
Para quienes no hayan oído hablar de él, Rodrigo Alves es famoso por haberse gastado, a lo largo de su vida, más de medio millón de euros en cirugía estética. Es todo un referente tanto para los defensores de esta práctica como para los que le ponen de ejemplo de lo que no se debería hacer.
Alves explicó al diario The Sun:
"Nací en el cuerpo equivocado y he pasado toda mi vida tratando de revelar mi yo verdadero".
Declara que ahora ya ha alcanzado el exterior que quería y que su nueva misión, a parte de intentar mantener su cuerpo de una forma más natural, es mantenerse siempre joven mediante tratamientos de células madre, un proceso que ya ha empezado.
No son pocas las personas que le han acusado de estar loco o tener un problema de dimorfismo corporal, pero él lo niega, alegando que ya ha recibido ayuda psicológica en varias ocasiones y que la única conclusión que saca es lo que lleva diciendo toda su vida: que el cuerpo en el que le tocó nacer no es el suyo.
El principio de su obsesión
Para Rodrigo Alves todo empezó cuando iba al instituto, tenia los pechos muy desarrolados y una nariz muy ancha. Sus compañeros de clase se metían y abusaban de él continuamente por ello, así que fue en esta época, alrededor de los diecisiete años, en la que se realizó su primera cirugía. A partir de ese momento todo fue escalando, Alves se veía cada vez mejor y quería continuar con los procedimientos.
Esta adicción a la cirugía plástica le ha llevado a labrarse una carrera como presentador de TV, estrella de realities y modelo. Es decir, ha logrado hacer de algo que le apasiona su forma de ganarse la vida.
Ahora que ha conseguido gran parte de lo que quería en lo que a su aspecto exterior se refiere, Alves declara que lo que le falta es encontrar el amor y que le apetece sentar la cabeza con una mujer que comparta su manera de ver el mundo y su pasión por el quirófano.